El punto de vista de Skinner sobre los trastornos psicológicos es que deben entenderse como conducta trastornada. Rechaza las explicaciones basadas en la personalidad o variables psicológicas internas, y también rechaza la distinción entre causas y síntomas propuesta por el modelo médico. En su lugar, enfatiza cómo el condicionamiento operante puede eliminar o fomentar anormalidades conductuales.