La cultura de México está estrechamente vinculada con el arte y la educación, que representan aspectos fundamentales de la identidad nacional. La pintura del siglo XIX estuvo influenciada por el romanticismo y se centró en paisajes y retratos. Tras la independencia de México, la educación se convirtió en una prioridad aunque inicialmente hubo falta de fondos, por lo que se encargó a la Compañía Lancasteriana establecer escuelas primarias y normales.