El documento describe la toxicidad de los ácidos sulfúrico y nítrico. Ambos ácidos son extremadamente corrosivos y tóxicos, y pueden causar quemaduras graves y daño a los tejidos al entrar en contacto con la piel, ojos y pulmones. La ingestión de ácido sulfúrico concentrado puede perforar el estómago, mientras que la exposición crónica a los vapores de ácido nítrico puede causar bronquitis crónica y erosión dental.