La diarrea infantil se caracteriza por un aumento en la frecuencia y disminución de la consistencia de las heces, y puede ser causada por virus, parásitos, bacterias o antibióticos. Su complicación principal es la deshidratación, la cual puede identificarse por señales como orina oscura, boca seca y aletargamiento. Si un niño presenta deshidratación, debe llevarse de inmediato a emergencias, y para prevenirla es importante mantener una buena higiene personal y en la preparación de alimentos.