La disnea, o dificultad respiratoria, se refiere a la sensación de falta de aire y puede ser causada por problemas en los pulmones como neumonía o bronquiolitis. Los síntomas incluyen ahogo, presión en el pecho y dificultad para respirar tanto en reposo como durante el ejercicio. El tratamiento se enfoca en suministrar oxígeno y tratar la causa subyacente mediante medicamentos e exámenes como radiografías y pruebas para detectar posibles infecciones.