El riñón juega un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio ácido-básico a través de tres mecanismos principales: 1) la secreción de hidrogeniones en el túbulo contorneado proximal y distal, uniéndolos a aniones como fosfatos o amonio; 2) la reabsorción del 85% del bicarbonato en el túbulo contorneado proximal; y 3) el intercambio de sodio por hidrogeniones, lo que permite eliminar ácidos pero conservar cationes como el sodio y normalizar los niveles de