El documento discute cuatro amenazas a la familia del pastor: interrupciones al tiempo juntos, altas expectativas de la iglesia, soledad y no hacer devocionales juntos diariamente. Ofrece soluciones como agendar tiempo romántico y en familia, orar juntos y reconocer los propios límites. También analiza la relación entre la iglesia y la sociedad, proponiendo que la iglesia existe para traer transformación a la sociedad sin caer en el error de ser una cultura alternativa o indistinguible de la sociedad.