2. Una Filosofía desde
la vida y el testimonio
“El mundo está hecho de opuestos, pero al final no
quedará nada de esos contrastes. Sólo quedará el gran
amor. ¿Cómo iba a ser si no?”
(Palabras oídas a Edith Stein poco antes de su martirio el 9 de agosto de 1942 en
Auschwitz).
Sentido profético de su vida y su muerte:
1) Denuncia los errores y perversiones de su época.
2) Anuncia a viva voz la verdad que los hombres y mujeres se
niegan a escuchar, anticipándose a los hechos.
3) Da testimonio de su pasión por la verdad con su pensamiento
y su propia vida.
EL PROFETA
“DA TESTIMONIO DE UN INACTUAL
SINGULARMENTE ACTUAL”
3. Identidad Biográfica (Estrellas Amarillas)
Sus raíces: la menor de 7 hijos de una familia judía (nace en Breslau-
Alemania -actual Wroclaw, Polonia- en 1891).
La fe judía de su madre forjó en Edith una imagen de Dios y de
religiosidad que haría crisis en plena adolescencia (1906, 14 años).
Nacida en la celebración de Yom-Kippur, fiesta de la Reconciliación: su
significado profético.
Deseos de abrirse a un mundo distinto: “Soñaba con felicidad y gloria,
pues estaba convencida que estaba destinada a algo grande y que
no pertenecía en absoluto al ambiente estrecho y burgués en que
había nacido”.
De temperamento indomable, a los siete años la niña da un vuelco hacia
la interioridad donde pondría los cimientos de su futuro “castillo interior”.
4. Identidad judía
«Se ha forjado de nosotros una caricatura
semejante a la imagen que da un espejo cóncavo.
(…) Ante ello, tenemos, los que hemos nacido y
crecido en el judaísmo, el deber de dar testimonio.
(…) Yo quisiera narrar sencillamente mis
experiencias de humanidad judía».
(Prólogo a Estrellas amarillas)
5. PÉRDIDA DE LA FE HEBREA
Y HAMBRE DE VERDAD
Entre 1906 y 1921 vive un
periodo de indiferencia
religiosa en donde no
encuentra sentido a la fe de
sus mayores.
Su paso por el “ateísmo” fue
un signo de honestidad
intelectual y coherencia
existencial ante la evidencia
de nuevas verdades ajenas
a un mundo con Dios como
horizonte de sentido.
.Pero quizás no es adecuado
hablar de ‘ateísmo’ en Stein:
“Dios es la verdad. Quien
busca la verdad busca a Dios,
sea de ello consciente o no” y
tal vez con estas palabras
quiso señalar que al buscar la
verdad ella misma no era
consciente de lo que buscaba.
En este período su hambre
de verdad era cada día
mayor:
“Mi nostalgia por la verdad
era mi única oración”.
6. Joven fenomenóloga
1911-1913: Estudios universitarios de germanística, historia, filosofía y
psicología.
1913-1915: Se licencia en filosofía en la Universidad de Gotinga al lado de
Husserl, con especialidad en Fenomenología.
1916: Defiende su tesis doctoral sobre el problema de la Empatía.
Por aquellos días de la vida intelectual europea, había un auge de la
fenomenología que más que una metodología era un verdadero movimiento
filosófico.
La fenomenología implicó, en primer lugar, un cambio radical respecto a la
actitud filosófica vigente, un modo revolucionario de establecer la relación con
lo real en el plano del conocimiento.
Y, en segundo lugar, una seria alternativa a las dos escuelas filosóficas
tradicionales tal cual se manifestaban en la Alemania de principios de siglo: la
filosofía católica que sigue la tradición escolástica, y especialmente a Tomás de
Aquino, y la filosofía moderna que tiene su punto culminante en la doctrina
kantiana dispersa en sus diversas interpretaciones y prolongaciones.
7. El interés por lo humano
La psicología “sin alma”: el positivismo de la psicología empírica de la
época postulaba que no hay un centro personal que permitiera el acceso
al mundo de los valores y la libertad. La psicología experimental la ‘había
decepcionado’, pues era una «fría psicología que se limitaba a analizar el
comportamiento del hombre como un algo mecánico, carente de espíritu».
En Husserl encontró al menos, de entrada, estas dos coincidencias: la
crítica al psicologismo y la búsqueda o interés por alcanzar una verdad
objetiva.
La persona (y con ella el mundo espiritual) entra a escena por el camino
de la INTERSUBJETIVIDAD: desarrollo de la Empatía como vivenciar en
que se manifiesta la vivencia del otro.
“¡A las cosas mismas!”: urge volver al Realismo tras cien años de
Idealismo-Kantismo (lectura de la Investigaciones Lógicas de Husserl en
1912).
8. El mérito de las
Investigaciones Lógicas de Husserl
“El mérito histórico de las Investigaciones Lógicas de Husserl consiste en
haber elaborado con toda pureza una idea absoluta de verdad y de la
correspondiente conciencia objetiva, refutando así en sus fundamentos
todos los relativismos de la filosofía moderna (el naturalismo, el
psicologismo, el historicismo, etc.).
El espíritu encuentra la verdad y no la produce. Ésta, a su vez, es eterna,
pues aún cuando la naturaleza humana, el organismo, el espíritu de los
tiempos y las mismas opiniones de las personas se modifiquen, la verdad
permanece siempre inmutable”.
(E. Stein: ¿Qué es fenomenología?)
9. Claves mínimas para entender
la fenomenología
2- La conciencia: es apertura
intencional a la realidad y ésta es
el fundamento de la nueva
“actitud realista”.
1- La Intencionalidad: la
conciencia siempre es
conciencia de algo (pensado,
percibido, recordado, querido).
5- El fenomenólogo: deja a un
lado la actitud natural y se
concentra en la intuición del
dato de la conciencia.
6- La Epoché: pasos del método
cuyo fin es poner entre paréntesis
el mundo circundante, es decir, la
existencia.
3- Por lo cual, la intencionalidad
comprende la nóesis (término
subjetivo) y el nóema (término
objetivo).
4- La fenomenología: es ciencia y
método a la vez. Ciencia de
esencias o “eidética” cuyo fin es
la verdad objetiva y universal, no
relativista.
10. ¿Qué es la reducción fenomenológica
o epoché?
La reducción o “epoché” comienza con la suspensión del juicio sobre lo
que han dicho otros pensadores sobre determinado objeto. Esta epojé
nos deja ante las cosas mismas y se elimina provisionalmente la
individualidad y el objeto estudiado.
Luego con la ‘reducción trascendental’ eliminamos lo que no sea objeto
en su condición de correlato de la conciencia pura. De aquí tendríamos
que el objeto es el FENÓMENO, el ser-dado, presencia intencional de
la conciencia.
https://www.youtube.com/watch?v=4QYaO3u1GGU Para entender la
fenomenología de Husserl
11. La fenomenología,
mucho más que un método
«La fenomenología representaba una posibilidad firme de volver a ‘las cosas
mismas’, no ya para recuperar su realidad fáctica y empírica sino su realidad
nouménica, su esencia, su idea, tan abandonada tras la criba del empirismo y el
criticismo. Stein no podía dejar de advertir este impulso hacia la verdad de las
cosas humanas que tanto le afligía y que la fenomenología prometía.
La fenomenología no sólo suponía la posibilidad de construir una nueva visión del
mundo abierta a los problemas del hombre sino también un recuperar el perdido
mundo de las esencias mediante su operación cognoscitiva específica cuyo
reconocimiento y presencia recorre la tradición filosófica. Esto es, la ‘visión’,
‘contemplación’ o ‘intuición’ intelectual imposible de reducir a la experiencia o
intuición sensible, como el empirismo quería o de negar su posibilidad como Kant
lo hiciera.
Edith Stein veía que la fenomenología era el cauce por el cual se recuperaba la
riqueza insustituible de la olvidada “intuición intelectual” tal como la gran
tradición filosófica clásica la había concebido, superándose con ello muchos de
los condicionamientos que la moderna razón raciocinante había impuesto a las
capacidades cognoscitivas».
(Riego, I., De la mística que dice a la persona)
12. La fenomenología como
Weltanschauung
“Por ‘concepción -o visión- del mundo’ se puede entender
una concepción ‘global’ del mundo: una vista panorámica
de todo lo que es, del orden y las relaciones sobre las que
todo se sustenta y, sobre todo, del puesto del hombre en el
mundo, su origen y su meta. Cada ser humano
intelectualmente motivado experimenta la necesidad de una
concepción del mundo, pero no todos la alcanzan y es más,
no todos se preocupan seriamente por alcanzarla”.
E.Stein, «La significación de la fenomenología como
concepción del mundo» (1932)
13. La impronta fenomenológica
en el siglo XX
Si el filósofo medieval, en quien filosofía y teología funcionaban al
unísono, leía los acontecimientos y las creaturas como signos y
manifestaciones del Creador; si el filósofo moderno, acuciado por el
imperativo de buscar certezas antes que verdades, se inclinaba hacia
una interpretación o bien materialista o bien criticista del mundo exigido
cada vez más a conciliar su propia visión por la ‘concepción científica del
mundo’, el filósofo del siglo XX no podía eludir la impronta
fenomenológica en sus propios planteos toda vez que ella había
impulsado una verdadera transformación en el estatuto de las diversas
ciencias, y en especial en las ciencias del hombre. Pues si - con la ayuda
del método fenomenológico - se lograban clarificar las esencias de sus
respectivos objetos se podría verificar la adecuación de los métodos
vigentes a dichos objetos.
14. Crítica al idealismo
Aquel imperativo de ‘volver a las cosas mismas’ con que Husserl
pretendía inyectar nuevo realismo a una filosofía que se debatía entre
un positivismo salvaje y un idealismo solipsista, ajeno a una realidad
que sangraba, terminó por desvanecerse prontamente cuando su
método fenomenológico se transformó en una ‘filosofía pura
trascendental’, por ende idealista, llegando la desilusión a sus
discípulos.
El Husserl de las Ideas (1913) no era el mismo que el de las
Investigaciones Lógicas y ya no podía disimular su idealismo.
“Ya en su obra Ideas -nos recuerda Stein- se encuentra esta frase
ominosa: ‘si borramos la conciencia, borramos también el mundo’”.
Si se acepta una realidad creada por Dios, ¿cómo hacerla depender,
como el idealismo pretende, de un sujeto trascendental y constituyente
de la misma?
15. La conciencia de sí y de los otros
«La conciencia que tenemos de nosotros mismos, explica (en su tesis
doctoral sobre el problema de la empatía), se constituye en buena parte
a través de la conciencia empática de los otros, y nuestra orientación
hacia ellos y de aquí hacia nosotros mismos depende de las situaciones
de nuestro cuerpo en relación con el cuerpo de los otros y de nuestra
conciencia y sensibilidad corporal. Si Stein tiene razón, ningún ‘yo’
puede tener la autosuficiencia y las propiedades autoconstitutivas que
Husserl atribuye al yo trascendental. (…)
Para Stein la conciencia empática de los otros y de sus actos de
percepción, memoria e imaginación, no consiste en un fenómeno más
esperando ser analizado. Únicamente a través de una adecuada
explicación fenomenológica de la conciencia empática y del papel tan
importante que los cuerpos juegan en tal conciencia, podemos
comprender cómo se constituyen los objetos de percepción como
objetos de conciencia».
(Alasdair MacIntyre, Edith Stein. Un prólogo filosófico , 1913-1922)
16. Los años previos a su conversión
1915: Trabaja cinco meses como enfermera de la Cruz Roja en un
Hospital militar en Moravia (Imperio austro-húngaro, 1ª Guerra Mundial).
1916-1918: Trabaja como asistente privada de Husserl en Friburgo, cargo
que deja voluntariamente. Prepara los escritos de Adolf Reinach para su
publicación. Su muerte en el frente (1917) fue un acontecimiento decisivo
para su encuentro con el cristianismo.
1919: Ser mujer y judía le impiden acceder a la cátedra universitaria
(Gotinga, Friburgo, Kiel).
1920: Imparte clases de fenomenología en su casa de Breslau. Año de
profunda crisis y búsqueda de la verdad.
1921: Lee el Libro de la vida, de Teresa de Jesús, y se decide a dar el sí a
la fe católica.
17. Max Scheler en el despertar
de la fe
“Este fue mi primer contacto con este mundo hasta
entonces para mí completamente desconocido. No me
condujo todavía a la fe. Pero me abrió a una esfera de
‘fenómenos’ ante los cuales ya nunca podría pasar ciega.
No en vano nos habían inculcado que debíamos tener
todas las cosas ante los ojos sin prejuicios y despojarnos
de toda ‘anteojera’. Las limitaciones de los prejuicios
racionalistas en los que me había educado, sin saberlo
cayeron, y el mundo de la fe apareció súbitamente ante
mí”.
(Edith Stein, Estrellas amarillas)
18. En el pórtico de la fe
“Entramos unos minutos en la catedral, y mientras
estábamos allí en respetuoso silencio entró una señora
con su cesto del mercado y se arrodilló profundamente
en un banco, para hacer una breve oración. Esto fue
para mí algo totalmente nuevo. En las sinagogas y en las
iglesias protestantes, a las que había ido, se iba
solamente para los oficios religiosos. Pero aquí llegaba
cualquiera en medio de los trabajos diarios a la iglesia
vacía como para un diálogo confidencial. Esto no lo he
podido olvidar”.
(E. Stein, Estrellas amarillas. Visita a la catedral de
Franckfurt con Pauline Reinach)
19. La conversión
En el verano de 1921, en casa de Edwig Conrad-
Martius, lee a Teresa de Jesús y lo relata así:
“Agarré a la buena de Dios y saqué un voluminoso
libro. Llevaba por título Vida de Teresa de Ávila
escrita por ella mismo. Comencé a leer, y quedé al
punto tan prendada que no lo dejé hasta el final. Al
cerrar el libro, dije para mí ‘¡Esto es la verdad!’”
20. De la conversión al Carmelo
1922: se bautiza el día de año nuevo adoptando el nombre
de Teresa.
1923: se inicia como maestra de alemán y literatura en el
instituto de las dominicas de Santa Magdalena en Espira.
1926: imparte conferencias sobre educación.
1928-1932: traduce De Veritate de Santo Tomás.
Da conferencias sobre la cuestión femenina en Alemania y
países limítrofes. En 1932 se inicia como profesora de
pedagogía y antropología en el Instituto de Pedagogía
Científica de Münster: dicta el curso-libro La estructura de
la persona humana.
1933: ingresa en el Carmelo de Colonia el 14 de octubre,
víspera de Santa Teresa.
Hitler conquista el poder.
21. A la espera
Desde 1927 comienza a frecuentar la abadía de Beuron y a sentir
deseos imperiosos de vida recogida y conventual:
“¡Cuántas cadenas se han soltado ya, y qué felicidad tan grande
cuando caigan las últimas! Hasta entonces habrá que sobrellevar
con serenidad las que aún nos están señaladas…” (Carta de julio
de 1931)
22. Carmelita descalza (1933-1942)
1934: Toma el hábito con el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz.
1935-1936: Escribe su obra fundamental, Ser finito y ser eterno.
1938: Hace su profesión perpetua. Muere Husserl.
Estalla el odio antijudío: “noche de los cristales rotos”.
Edith se muda al Carmelo de Echt (Holanda).
1939: Estalla la Segunda Guerra Mundial.
1941: Inicia la redacción de Ciencia de la Cruz. Sus hermanos Frieda y
Paul son llevados al campo de concentración.
1942: Carta pastoral de los obispos holandeses condenando la
deportación de los judíos. Edith y Rosa son capturadas por las SS (2
de agosto) y asesinadas en la cámara de gas en Auschwitz-Birkenau (9
de agosto).