La tos ferina era una de las principales causas de mortalidad infantil entre 1940 y 1948 en Estados Unidos. Actualmente se presentan más casos en lactantes no vacunados menores de un año. La inmunidad que proporcionan las vacunas contra la tos ferina disminuye con el tiempo, estimándose que la protección de las vacunas acelulares puede comenzar a declinar después de 4-5 años.