La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos de los géneros Aedes, Haemagogus y Sabethes que se encuentran en África, Sudamérica y el Caribe. No tiene tratamiento específico más allá del soporte sintomático, y la tasa de mortalidad varía entre el 5-50% dependiendo de la población afectada. La vacunación es la medida más efectiva para prevenirla.