El mito del Ouroboros , que encierra las ideas ancestrales de movimiento, autofecundación, tiempo y continuidad de la vida, apareció por primera vez en Egipto tanto en los sarcófagos del Imperio Nuevo como en el Libro de los Muertos, indicando el curso cósmico en un tiempo infinito; como símbolo de la eternidad fue adoptado también por la alquimia y la francmasonería, pero también se encuentra en el arte sepulcral cristiano antiguo, en el arte del Benín, en un sello de la Theosophical Society, el Codex Marcianus, y en el Book of Lambspring, entre otros. El Ouróboros simboliza el esfuerzo eterno, la lucha eterna o el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar, a pesar de las acciones para impedirlo. “Todo es uno' es la frase que arropa al Ouroboros, símbolo repetido en distintas formas y culturas de la serpiente que en un circulo devora su cola, y representa los ciclos naturales de destrucción y creación, y del eterno retorno al origen.
Tal retroalimentación y autoreferencia dinámica como mecanismo sin fin de definición, es el eje de toda acción personal, y ciertamente de toda comunidad. Bajo tal marco, el presente trabajo aborda el fin último de toda nueva Administración del Estado Peruano para trascender y dejar para la historia una “marca” de buen Gobierno, de haber logrado resultados y con honestidad. Tal tarea no es sencilla, y requiere de un ideario compartido por los actores políticos y ejecutores de esa Administración, de un programa de Gobierno que articule los problemas y las necesidades identificados en la línea base (cuyo único elemento común es que deben ser resueltos, siendo fenómenos diferentes) con los objetivos de su plataforma política y (deseablemente) alineados a Objetivos Nacionales, y una Gestión Pública sustentada en redes de coordinación. ¿Pero, cómo pasar del pensar al actuar, e integrar las dimensiones económica, territorial y social? Tal proceso y la reinvención quinquenal del Estado, influyente en la labor diaria del Poder Ejecutivo, desarrolla este trabajo.
Programa electoral del PSOE para las elecciones europeas
Gestión pública y política: ¿Se parecen el buen gobierno y el ouroboros
1.
Gestión
Pública y
Política: ¿Se
parecen el
Buen
Gobierno y el
“Ouroboros”?.
16 de abril
2011
El Ouróboros simboliza el esfuerzo eterno, la lucha eterna o el esfuerzo inútil,
ya que el ciclo vuelve a comenzar, a pesar de las acciones para impedirlo.
“Todo es uno' es la frase que arropa al Ouroboros, símbolo repetido en
distintas formas y culturas de la serpiente que en un circulo devora su cola, y
representa los ciclos naturales de destrucción y creación, y del eterno retorno
al origen.
Tal retroalimentación y autoreferencia dinámica como mecanismo sin fin de
definición, es el eje de toda acción personal, y ciertamente de toda
comunidad. Bajo tal marco, el presente trabajo aborda el fin último de toda
nueva Administración del Estado Peruano para trascender y dejar para la
historia una “marca” de buen Gobierno, de haber logrado resultados y con
honestidad. Tal tarea no es sencilla, y requiere de un ideario compartido por
los actores políticos y ejecutores de esa Administración, de un programa de
Gobierno que articule los problemas y las necesidades identificados en la
línea base (cuyo único elemento común es que deben ser resueltos, siendo
fenómenos diferentes) con los objetivos de su plataforma política y
(deseablemente) alineados a Objetivos Nacionales, y una Gestión Pública
sustentada en redes de coordinación.
Documento 15
2.
Política y Gestión Pública
Página2
Gestión Pública y Política: ¿Se parecen el Buen Gobierno y el “Ouroboros”?.
Por Econ. Alfredo Espinal
“Todo es Uno”.
El mito del Ouroboros1, que encierra las ideas ancestrales de movimiento, autofecundación, tiempo y continuidad de la
vida, apareció por primera vez en Egipto tanto en los sarcófagos del Imperio Nuevo como en el Libro de los Muertos,
indicando el curso cósmico en un tiempo infinito; como símbolo de la eternidad fue adoptado también por la alquimia y la
francmasonería, pero también se encuentra en el arte sepulcral cristiano antiguo, en el arte del Benín, en un sello de la
Theosophical Society, el Codex Marcianus, y en el Book of Lambspring, entre otros. El Ouróboros simboliza el esfuerzo
eterno, la lucha eterna o el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar, a pesar de las acciones para impedirlo.
“Todo es uno' es la frase que arropa al Ouroboros, símbolo repetido en distintas formas y culturas de la serpiente que en
un circulo devora su cola, y representa los ciclos naturales de destrucción y creación, y del eterno retorno al origen.
Tal retroalimentación y autoreferencia dinámica como mecanismo sin fin de definición, es el eje de toda acción personal,
y ciertamente de toda comunidad. Bajo tal marco, el presente trabajo aborda el fin último de toda nueva Administración
del Estado Peruano para trascender y dejar para la historia una “marca” de buen Gobierno, de haber logrado resultados
y con honestidad. Tal tarea no es sencilla, y requiere de un ideario compartido por los actores políticos y ejecutores de
esa Administración, de un programa de Gobierno que articule los problemas y las necesidades identificados en la línea
base (cuyo único elemento común es que deben ser resueltos, siendo fenómenos diferentes) con los objetivos de su
plataforma política y (deseablemente) alineados a Objetivos Nacionales, y una Gestión Pública sustentada en redes de
coordinación. ¿Pero, cómo pasar del pensar al actuar, e integrar las dimensiones económica, territorial y social? Tal
proceso y la reinvención quinquenal del Estado, influyente en la labor diaria del Poder Ejecutivo, desarrolla este trabajo.
I. Permiso para abordar, Señor!.
Es la frase tradicional con que se toma posición en una nave, para incorporarse o para relevarse en el Comando de la
misma. La toma de posición implica establecer el estado de situación, que demanda atención y “lectura” adecuada de lo
que se recibe, y las acciones en curso, respecto de las cuales la Administración entrante deberá señalar su propuesta
de mejoras o de reformas que considere necesarias. La Constitución Peruana establece protocolos a ser observados y
pasos iniciales en la formación del primer Gabinete del Poder Ejecutivo y la formalización de su propuesta de Gobierno,
que debería poner en práctica la propuesta de Plan de Gobierno enarbolada en la Campaña Electoral, a nivel suficiente.
Normalmente, toda actividad humana y personal, para trascender, requiere fijarse objetivos y estos precisarlos en metas
que permitan verificar si está dando los pasos necesarios y en el tiempo previsto para lograr el resultado esperado. El
primer paso entonces para iniciar un buen Gobierno, es definir las características de qué se considera precisamente
eso. Pero, el mundo actual también tiene su versión de Buen Gobierno, como aquel que asegura que la corrupción es
mínima, durante el proceso de la toma de decisiones y que tiene en cuenta a la minoría y a sus peticiones, así como a la
voz de los más desfavorecidos. También al que trabaje para las necesidades presentes y futuras de la sociedad, y de él
también se espera Participación, Sensibilidad, Transparencia, Consenso, Equidad, Eficacia-Eficiencia, Responsabilidad
y Legalidad. Otros académicos y Gobernantes opinan debe ser además: Gobierno digital, Gobierno que cueste menos y
Gobierno de calidad. Tales rasgos, propios del ejercicio real de una cultura política y de un modelo social de sociedad
en funciones, han sido desde mediados del año 2000, para el caso peruano, paulatina y ventajosamente sustituidos por
la economía como medio integrador y vehículo asignador del desarrollo. Esta afirmación seguramente resulta polémica,
por lo que se explica brevemente su sustento: Así como hay una sustancial diferencia entre vender o que nos compren
(esfuerzo explicito del primero respecto del segundo), lo hay entre resultados obtenidos a través de políticas públicas ad
hoc ejecutadas mediante procesos de Gestión Pública, evidentes en mejora de índices y de oportunidades imputables a
la dinámica propia del crecimiento, sustancialmente privado, de aquellas que resultan por logros inerciales, como los
efectos transmisión en la mejora2 del desempleo, y por ende, reducción del subempleo. Cómo Gobernar y apoyarse en
una Gestión Pública3 que funcione? Qué debemos entender por buen funcionamiento del Gobierno?.
1
Lurker, Manfred. “El mensaje de los símbolos. Mitos, culturas y religiones”, Ediciones Herder, Barcelona, 1992.
2
“Cuando el mercado laboral es estrecho e insuficiente la gente no busca un empleo que sabe de antemano no va a encontrar sino que se refugia en
el subempleo, que a su vez se define como el que solo compromete escasas horas de trabajo a la semana (subempleo por horas) y/o rinde ingresos
insuficientes (subempleo por ingresos). Cuando la economía despega o, al menos, despunta, ese subempleado, que no buscaba trabajo por ser presa
del escepticismo o la desesperanza, comienza a buscarlo”; Pasco Cosmopolis, M. “Empleo y desempleo”, Gestión, 10/01/2011.
3
La Gestión Pública podría definirse como la aplicación de los recursos adecuados para alcanzar los objetivos públicos socialmente deseados; es
decir, la obtención de los fines que la sociedad valora con el menor sacrificio de recursos posible; López Casanovas, G. (1995) "Instrumentos al
servicio de la gestión pública", V Congreso Nacional de Economía, Las Palmas de Gran Canaria, pp. 59-76.
3.
Política y Gestión Pública
Página3
Estas legitimas interrogantes y formas concretas de ejercer el Gobierno, para las que sospechamos los Equipos de Plan
de Gobierno esbozan posibles respuestas y estarán trazando los elementos centrales de las decisiones y acciones que
conformen su Hoja de Ruta, y en especial los “críticos primeros 100 días”, requieren conciliar las formas organizativas
orientadas a la inserción global y apertura a las inversiones foráneas (y de aliento a las nacionales) con las demandas
sociales internas, que proveen de la estabilidad y entorno amigable y de consumo, pro intercambios entre ambas.
Aplicando la lógica de mercado a la política (el voto es bien del mercado electoral, estratificado y segmentado) se tiene
un ámbito urbano (que concentra más electores) y rural, y agentes económicos empresariales4 (62,08% del PBI 2008) y
Familias5 (21,88% del PBI 2008), lo que implica una ciudadanía mas informada e influyente y ello demanda implementar
mejores prácticas y superar percepciones negativas sobre aspectos institucionales y funcionales de Administraciones
que anteceden a la nueva que entra en funciones, que como señalan6 Fernández Santos, Fernández Fernández y
Rodríguez Pérez “la falta de adaptación de las organizaciones públicas al contexto socioeconómico actual, lo que unido
al incremento de su tamaño, de su actividad y del gasto público, ha ocasionado un aumento de la demanda de la
responsabilidad pública por parte de los ciudadanos”. Este rasgo y la casi “humana encarnación” de la economía como
un actor con albedrio propio, convierte al discurso y la actuación del Ejecutivo en una instancia que ofrece pero que no
escucha y que se percibe como parte de la cohorte del Sumo Sacerdote que conjura a ese extraño Dios, cuya bondad o
malhumor, determina nuestra bienestar o su deterioro. Ello se comprueba por la admiración de Sacerdotes y Fieles de
otras Cofradías foráneas respecto a la nacional, admirada por sus sólidos y sostenidos indicadores de crecimiento y
mejora inercial del nivel de vida de los menos favorecidos. Pero, no todos están seducidos; muchos dudan y murmuran
contra un Evangelio escrito en un idioma que no es de los comunes, y la alerta la da Gestión, diario local especializado,
en su edición del 07/02/2011 dando cuenta de los resultados de una encuesta nacional de la Universidad Católica cuyo
resultado central establece que 77,7% de peruanos se inclinan por realizar reformas en la política económica y tan solo
12,9% considera no debe haber ningún cambio; en el interior del país, principalmente en las zonas urbanas, 43% espera
modificaciones radicales en la política económica. Ello considerando que desde el año 2007 el Estado ha declarado su
modernización (al menos legalmente) y nos hace concluir que la percepción dentro del Poder Ejecutivo y su entorno, de
reforma y modernización, no es la que percibe el contribuyente que finalmente es el que paga.
Ello demanda tanto una actitud como la aptitud de “pasar de la cultura administrativa del gasto a la conciencia del coste,
de la cultura del monopolio de los bienes públicos a la cultura de la competencia, de la cultura del ciudadano-servidor a
la cultura del ciudadano-cliente, de la cultura de la burocracia a la cultura de la adaptación, de la flexibilidad, de la
preocupación por la productividad y de la calidad en la provisión de los servicios, lo que obliga a la Administración a ser
competitiva en el mercado” como señala Vivas Urieta7. Pero como no existe más que un mercado que es del Estado, o
más propiamente el Sector Público, como señala el Banco Mundial8, estamos frente a un monopolio (único productor en
el mercado) pero para las inversiones y actividad económica si tenemos opciones de varios mercados regionales (de allí
la importancia de la Gestión Publica, en formar tales, o ampliarlos o generar las condiciones de inducción suficientes).
Este cambio de orientación, sustituyendo los métodos burocráticos (y de entusiasmo legislativo) por métodos manejados
por el mercado para la provisión de bienes y servicios producidos por el Gobierno, ha sido observado en economías que
ya enfrentaron este problema9, destacándose que “A tal efecto, se trata de constituir mercados para la mayoría de los
servicios públicos, separando la elaboración de políticas de la provisión de servicios (o ejecución de políticas). Ello se
realiza abriendo éstos a la competencia y desarrollando vínculos contractuales entre los proveedores de los servicios,
los consumidores y los financiadores, de manera que las agencias puedan responder a las presiones del mercado”. Ello
genera creciente preocupación por el cliente en el conjunto del Sector Público, con el objetivo de buscar una adecuación
de los servicios públicos a las necesidades del ciudadano, con un grado satisfactorio de calidad en la prestación de los
mismos, buscando con ello un equilibrio entre el coste y la calidad y asegurando que la Administración no se convierta
en rehén del ciudadano al centrarse únicamente en su satisfacción. Todos los factores expuestos anteriormente, que
explican el origen del conjunto de reformas de modernización incluidas bajo la denominación NGP, se podrían agrupar
en tres categorías10 :
- Factores económicos. Hacen referencia a la necesidad de ajustar los presupuestos tras la crisis del petróleo en los
años setenta, a los problemas financieros que deben enfrentar los gobiernos y a los desequilibrios presupuestarios. Así,
4
Responsables de la generación de los Excedentes de Explotación, o renta propiamente dicha.
5
Que reciben un quantum de Remuneraciones, con las que contribuyen al consumo privado, mediante compras a las empresas.
6
“Modernización de la Gestión Pública. Necesidad, incidencias, límites y críticas”, Universidad de León, Pecvnia, 6 (2008), pp. 75-105, España.
7
"Indicadores de gestión para las entidades públicas", Boletín AECA, Nº 45, 1998, pp. 35-37.
8
"El Estado en un mundo en transformación", Banco Mundial (1997), Informe sobre el desarrollo mundial, Washington, D.C.
9
Cunill, N. “Repensando lo público a través de la sociedad. Nuevas formas de gestión pública y representación social”. Caracas: CLAD 1997, Nueva
Sociedad.
10
Fuertes Fuertes, I. “La comparabilidad de la información contable pública en la Unión Europea”, 2004, Valencia: Sindicatura de Comptes.
4.
Política y Gestión Pública
Página4
surge la necesidad política en los distintos organismos de llevar un control de eficacia y eficiencia, a través de distintas
actuaciones, como pueden ser el control más riguroso del gasto o la introducción de reformas en el sistema de
financiación local al enfrentarse a la necesidad de «hacer más con menos dinero», etc. Por otro lado, el proceso de
globalización actúa como fuerza de presión para la modernización de la Administración Pública, aumentando el interés
de los países por la competitividad económica y la evaluación de sus actuaciones con respecto al resto de los países.
- Factores de carácter ideológico. Aquellos factores que influyen en la modernización de la gestión pública se centran
básicamente en: (1) Una mayor orientación hacia el ciudadano entendido como cliente, con la posibilidad de elegir
libremente al suministrador del servicio y prestando mayor interés a sus necesidades y derechos; (2) Una cada vez más
clara separación entre la política y la gestión, diferenciando así, tanto sus responsabilidades como el papel a
desempeñar por los distintos colectivos (políticos y gestores) y poniendo las tareas ejecutivas en manos de
organizaciones creadas expresamente para ello; y, (3) El cambio de la posición ideológica en la división de roles entre el
Sector Público y el Sector Privado, a través de nuevas formas de prestación de servicios públicos o fórmulas más
cercanas a las técnicas de mercado en competencia con las empresas privadas.
- Factores tecnológicos. Dentro de éstos hay que destacar principalmente el desarrollo de las nuevas tecnologías de
la información. El Estado no puede quedar al margen de esta nueva “sociedad de la información”, debe modernizarse
continuamente adaptándose a las nuevas tecnologías a fin de mantener en todo momento la competitividad, optimizar la
calidad de sus servicios y mejorar su relación con los ciudadanos. De esta forma, el desarrollo de adecuados sistemas
de información con nuevas tecnologías, permitirá coordinar e intercambiar con fluidez información para una rápida toma
de decisiones, mejor relación entre el ciudadano y la Administración, y una mayor integración de todos los servicios.
Pero, en términos prácticos, entre los resultados de las Elecciones y la toma de cargo hay un plazo muy corto en el cual
se establecen hitos principales y temas de la mayor relevancia, que sin igual nivel de expertise o conocimiento sectorial
de quienes relevarán a los salientes, no permite establecer aspectos de gestión (la gestión no es un atributo personal
sino un comportamiento institucional, o al menos no debería serlo), desprendiéndose de prejuicios, ideas preconcebidas
y mostrando tolerancia ante interpretaciones alternativas de la problemática (hay una sutil diferencia entre actuación
inadecuada por no haber “entendido” el problema o por no haber cumplido las competencias asignadas). El cambio de
jugadores, siempre lleva aparejado un “toque” personal que debería contribuir a una evolución positiva en la curva de
aprendizaje institucional, acometer una forma “mejor de hacer”, modernizando la gestión pública, y ello puede lograrse:
1. Investigando e identificando los organismos y entidades públicas que hayan mejorado su gestión y que se considere
a nivel internacional como la “mejor práctica” (varios modelos de programas sociales recaen en esta categoría y es
fácil comprobar a nivel latinoamericano incluso la similitud de denominaciones) y de acuerdo a su compatibilidad
(estructura del Poder Ejecutivo, organización del Estado –Federal, Central-, etc.) adecuar los factores de éxito, tarea
compleja per se.
2. Partiendo de una base de análisis lógica y epistemológica (Marco Lógico, Pescado de Ishikawa, Aura, etc.), que se
defina qué queremos y qué necesitamos, para proponer un cómo innovador y definir una forma de gestión novedosa
que pueda ser considerada por parte del correspondiente organismo y entidad pública como mejor de las existentes
hasta el momento (o más completa e integrada), “aunque11 siempre conlleve algo de imitación”
3. Identificando los factores de éxito institucionales y que correspondan a funciones sustantivas (Ley Nº 29158, Articulo
3º, numeral 1), para aplicar modelos de procesos tercerizados, bajo el principio del valor por dinero (por ejemplo la
fiscalización que algunos Reguladores encargan a operadores asalariados), donde la oportunidad y calidad del
servicio tenga un costo razonable pero comparativamente mejor del que directamente pueda facilitar el propio
organismo o entidad pública prestadora de tales.
Para concluir este apartado que aborda a quienes están a punto de tomar decisiones en un nuevo Gobierno, en base12
a su amplio levantamiento de información, opiniones y recomendaciones personales de gestores políticos y funcionarios
de la Administración saliente, y que se supone “conocen e interpretan” las preferencias de sus electores (que se supone
eligieron una propuesta de Gobierno y no a una persona), se requiere que los Pensantes de tal Nueva Administración
construyan una “imagen” de la situación que reciben, problemas insolutos o potenciales y medidas de reforma y cambio,
decisiones en curso y procesos en funcionamiento, que debieran partir de un capital técnico e intelectual y filtro
ideológico, experiencias y tendencias conceptuales propias del nuevo Gobierno. Este, y su equipo, saben que controlan
una parte del proceso económico (Consumo e Inversión públicos) y que dependen del sector privado para lograr la
oferta electoral, y a su vez, de la buena sintonización con el mundo global para que el sector privado pueda hacer lo
suyo; parte de la ideología es establecer, cuánto de nacional y cuánto de foráneo debiera haber en ello. Y lo más critico,
la dimensión del tamaño fiscal para financiar la propuesta de Gobierno. Pero lo más necesario: Calidad Institucional.
11
Hodd, C., “The Art of the State”. Oxford, 2000, Oxford University Press.
12
Ritual que se cumple a través de las Comisiones de Transferencia, entre ambas Administraciones, a nivel Central y Sectorial.
5.
Política y Gestión Pública
Página5
Este aporte es el corazón de la llamada política económica. La teoría económica (que desarrolla el positivismo, o el
cómo debería funcionar la economía, y el normativismo, o detalle de cómo funciona) sustancialmente pasa por el filtro
de lo normativo en la formulación de políticas, cuyo principal referente es el trabajo de Jan Timbergen, Premio Nobel de
Economía 1969 que conceptualiza como deben actuar las Autoridades Económicas, estableciendo pasos cruciales en la
creación: Especificar las metas de la política económica en términos de una función de bienestar, y sus objetivos; Elegir
los instrumentos de política económica para lograr los objetivos; y, Establecer un modelo relacional de la economía que
conecte instrumentos con objetivos que facilite elegir el valor optimo de la instrumentación.
La conexión de instrumentos con objetivos pasa por la elección de los primeros, según la “visión” política construida, y
comprende: política fiscal y política monetaria. Estas dependen directamente del esquema institucional, el cual debe
estar alineado a los parámetros constitucionales (economía social de mercado) y del nivel de complejidad y simetrías
entre el número de instrumentos respecto al número de objetivos. Esta concepción ha sido enriquecida por Mundell (el
manejo de instrumentos con actores diferentes, v.g. BCR vs. MEF) y Lucas, pero sustancialmente sigue vigente.
Pero además de los aspectos abordados de diseño del equilibrio y máximo bienestar, consustanciales con las políticas
económicas, el ejercicio de las funciones de Gobierno exige contar con un modelo de Gestión Pública, que trascienda lo
administrativo, operacional y de apoyo (sistemas administrativos), o de control y de punición, que trasladen la política
económica al plano de las funciones sustantivas, aquellas que se traduce en bienes públicos y valor agregado. Estas
corrientes o formas de gestión son, según13 Ramió Matas son: el enfoque neo público y el enfoque neo empresarial.
El enfoque neo público: Pone especial atención en la repolitización, la racionalización y el control de la externalización
de los servicios públicos, la participación ciudadana y la ética en la gestión pública. Las características principales de
esta corriente son: a) reforzar el concepto de ciudadanía, buscando recrear la legitimidad política; b) potenciar los
valores de lo público, creando una cultura en la eficacia y eficiencia y en la ética; c) reconocer nuevos derechos a los
ciudadanos; d) conseguir la satisfacción de los ciudadanos; e) actuar con principios como la universalidad y la igualdad
y no como el economicismo y la gestión; f) incrementar la calidad y el número de servicios públicos; f) definir claramente
aquello que se puede o no se puede externalizar, desde la perspectiva de las necesidades y derechos de los
ciudadanos. No obstante, este enfoque no está exento de críticas y problemas, como son, entre otros, los siguientes:
1. Los principios básicos de igualdad, participación, cultura pública, regulación y rígido control de los servicios públicos
externalizados se utilizan para justificar la imposibilidad de alcanzar una gestión flexible, eficaz y eficiente,
2. La defensa de los valores públicos puede conducir al mantenimiento del modelo burocrático y a la satisfacción de
las necesidades de los empleados más que las de la ciudadanía.
El enfoque neo empresarial: Pone énfasis en la economía, la eficacia y la eficiencia de las entidades públicas, al
mismo tiempo que propone una clientelización de los ciudadanos. Las características más destacadas de la corriente
neoempresarial son: a) el Estado Relacional y la sociedad del bienestar, más que el Estado intervencionista y del
bienestar; b) fomento del cambio de cultura en el interior para pasar de proveedor a intermediario; c) adopción del
lenguaje y los conceptos del Sector Privado; d) acortamiento de las distancias en las relaciones entre Administración y
ciudadanía; e) fragmentación en unidades más pequeñas con creciente autonomía en la gestión económica, patrimonial,
laboral, etc.; f) materializaron a través de organismos con formas jurídicas alejadas, en mayor o menor grado, del
Derecho Público. También son claros los problemas y críticas que suscita este enfoque, entre ellos:
1. Confusión de medios con fines, al considerarse por sí mismos tanto indicadores como actuaciones modernizadoras;
2. Formulación de objetivos sin compromisos concretos, de difícil verificación por la ciudadanía;
3. Consideración de que la gestión privada es la solución de los problemas;
4. Reducción de la condición de los ciudadanos a simples clientes;
5. Atenuación de las responsabilidades como consecuencia de su origen de organismos alejados, en mayor o menor
medida, del Derecho Público;
6. Las obligaciones se mantienen o aumentan, mientras los derechos disminuyen;
7. Incremento del conjunto de normas establecidas convencionalmente para la utilización de los servicios públicos
dando lugar, en ocasiones, a la exclusión de determinados colectivos de ciudadanos, en pro de obtener un buen
indicador económico relacionado con la reducción de costes.
Lo comentado hasta este momento pareciera pasa por un escenario de homogeneidad o de diferencias no sustanciales,
y la realidad peruana es otra bastante diferente, más bien de desigualdades y amplios contrastes, de género, de estrato
socio económico, territorialidad y militancias políticas. Podría haber Gobierno sin Poder Ejecutivo? Sí; pero no en Perú.
13
"Los problemas de la implantación de la nueva gestión pública en las Administraciones Públicas Latinas: Modelo de Estado y Cultura Institucional",
Revista del CLAD: Reforma y Democracia, Nº 21, 2001; Caracas, Venezuela.
6.
Política y Gestión Pública
Página6
Esta afirmación puede parecer provenir de un insano mental, pero les traigo a reflexión el caso actual (2011) de Bélgica.
Después de nueve meses sin gobierno, Bélgica ha encauzado buena parte de sus problemas, tiene una economía más
próspera y sus ciudadanos se sienten más libres y mejor gobernados. Parece imposible, pero la experiencia belga está
demostrando que los gobiernos son un gasto superfluo para cualquier país, que son prescindibles y que lo mejor es
tener un gobierno provisional y con poderes muy limitados. El periódico belga De Standaard ha publicado varios
informes sobre la carencia de gobierno en Bélgica. En el último de ellos, titulado "¡Para qué sirve un gobierno?", ese
medio se declara sorprendentemente a favor del actual gobierno provisional y de poderes limitados, resaltando su buen
hacer político y financiero. Un Gobierno limitado a los asuntos cotidianos -afirma el periódico- tiene, incluso, sus
ventajas, considera De Standaard. Gracias al primer ministro dimisionario, Yves Leterme, y a su Gobierno a cargo de
gestionar el día a día, Bélgica incluso sale beneficiada con esta crisis política. Tras las elecciones de junio, que dejaron
un fragmentado parlamento nacional de difícil -como se está demostrando- gobernabilidad, los belgas llevan ya más de
200 días con un ejecutivo en funciones. Este dudoso honor ya no lo ostentará Holanda, que en 1977 estuvo 207 días sin
gobierno. Numerosos expertos y analistas independientes belgas afirman que la gran ventaja de un gobierno con
atribuciones limitadas es el rigor de la política presupuestaria, desplegado con un método conocido como las “doceavas
provisionales”, el cual consiste en que, hasta que no se aprueba un presupuesto anual, los ministros sólo reciben
mensualmente una doceava parte de la partida que les había sido asignada el año anterior (cualquier semejanza con la
“mensualización del SIAF” peruano, es coincidencia!). En la práctica, esta situación puede contribuir al ahorro, pues los
ministros no están autorizados a adoptar “nuevas iniciativas”. La prohibición de actuar en tiempos de precariedad
presupuestaria es lo mejor que puede ocurrirle a este país. Pero, cual es entonces la clave? Es la regionalización, pues
a nivel de espacios territoriales, Bélgica opera con Gobiernos elegidos que muestran un amplio nivel de gobernabilidad y
de coordinación con sus ciudadanos, y que ante el problema señalado, han vuelto aun más sus esfuerzos a su región y
a resolver el problema ancestral entre francófonos y flamencos, unidos ahora por la protesta contra los políticos.
Y cómo, comparativamente, andamos en estos lares, de éxitos económicos evidentes, en regionalización? Esa es una
muy importante y políticamente sensible parte de la agenda de Gobierno que la nueva Administración deberá resolver y
sobre todo, consensuar, cuyo impacto social e influencia sobre el clima de negocios además, resulta preocupante.
II. Gestión Pública con fenotipo14 “peruvianis”.
Ya tenemos el equipamiento estándar para saber cómo se inician las operaciones tácticas con las cuales estructurar las
estrategias y poder desplegar, con probabilidades exitosas, el juego de guerra y visibilización de aliados, con las dosis
“correctas” de violencia e imposición (Leviathan), que mantenga al Gobierno en el lado de la Autoridad y no del Imperio.
El modelo al cual nos referimos, bisagra entre objetivos e instrumentos, requiere de gestores que con criterio y con buen
sentido común, faciliten su implementación y eso es un desafío, pues no basta anunciar que se reclutará a los “mejores”
sino que se debe formar Equipos, error de fondo que se comete por ejemplo, al señalar que un Gerente Publico resulta
en una suerte de Salvador, dejando a los demás integrantes de la organización como poco laboriosos (¿?) o peor aún,
como burócratas, y el proceso de implementación (permanente en tanto sea permanente el Gobierno) se llama Gestión
Pública. La lógica de esta gestión es el adoptar las mejores soluciones-procesos para alcanzar las metas establecidas
para el periodo de Gobierno, de forma que se constituyan soluciones permanentes y se reduzcan los problemas. Los
esquemas de gestión (Por procesos, por productos, por resultados) que se acepta como solventes, tienen un ámbito y
una utilidad que el Gestor debe escoger y organizar funcionalmente, no siendo excluyentes y son incluso de tracto
sucesivo entre funciones de apoyo y funciones sustantivas, por lo que este trabajo no aborda su desarrollo. Como
señalan Claudia Bernazza y Homero M. Bibiloni, “La política no sabe lidiar, todavía, con expedientes, formularios y las
reglamentaciones, abdicando de su principal cometido: conducir el Estado, cambiando lo que haya que cambiar para
que un trámite sea breve, eficaz y conducente”.
Pero, si los elementos conceptuales y formales son conocidos, por que se repite la misma historia, por qué Reforma y
Refundación del Estado quinquenalmente? “La historia no se repite pero los errores de la historia, si” (F. Pease).
Dos “familias” de objetos de interés para la Gestión Pública se señala a continuación, como evangelios básicos para un
Buen Gobierno: (a) Los que configuran el endorfismo estatal (Las endorfinas, llamadas hormonas de la felicidad, son
sustancias químicas producidas por el propio organismo estructuralmente muy similares a los opioides pero sin sus
efectos negativos) y que se evidencia en el cambio de critica a apreciación del Gobierno, estando ya en él; y, (b) Real
descentralización del Poder (Democracia territorial).
14
En biología y ciencias de la salud, se denomina fenotipo la expresión del genotipo en un determinado ambiente. Los rasgos fenotípicos incluyen
tanto físicos como conductuales. El fenotipo no puede definirse como la "manifestación visible" del genotipo, pues a veces las características que se
estudian no son visibles en el individuo, como es el caso de la presencia de una enzima. Un fenotipo es cualquier característica o rasgo observable de
un organismo, como su morfología, desarrollo, propiedades bioquímicas, fisiología y comportamiento. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Fenotipo.
7. Página7
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que el bienestar ciudadano mejore, o si se produce, se cosifica e imputa al nivel local.
b. La interpretación política del cumplimiento de la Hoja de Ruta (de haberla, o del índice de aceptación, que genera
legitimidad de actuar) o de la interpretación social del cumplimiento del Rol del Estado, resolviendo el extravío entre
mirar hacia adentro del Estado y mirar fuera de este.
c. La forma práctica con que se despliega el servicio y se generan los bienes públicos, en aras de acercar el Estado al
ciudadano, y que evidencia una particular forma de desempeño de la función pública de sus jerarcas, manifestada
en la persistencia del Señoriaje en el manejo de los recursos humanos subordinados, y el olvido de que estos
también trabajan para vivir y no al revés, forzando además la práctica de “estar”, más que de “generar”.
d. La ausencia de Programas de Trabajo (que se solicita por ejemplo en algunos Organismos para elegir al Jefe) que
nos lleva al redescubrimiento de América cada quinquenio y a dibujar un mapa (sin llegar a Hoja de Ruta) que parte
de la misma salida pero no señala puerto y donde no importa adonde ir pero si importa los anuncios de llegada pues
el plazo de vigencia quinquenal es lo único certero.
Veamos ahora la segunda familia.
El caso de Bélgica comentado tiene como factor de éxito Administraciones Regionales sólidas y democráticamente
sujetas a aprobación, pero también una tradición histórica más propia de la línea sajona que la hispánica, y aunque no
es este el espacio para discutir esas facetas ni las implicancias religiosas y sus derivaciones económicas, sino las
referidas a la forma integrada y articulada de la institucionalidad territorial, la articulación de ambos espacios en la
realidad peruana demanda de la nueva Administración del Estado, en base a la trayectoria anterior y marco normativo
vigente, resolver:
e. Los límites de la estructura fiscal según la normativa sobre la materia (escalas y además restricciones en el periodo
de transición, conforme a la Ley Nº 27245) y la Descentralización Fiscal (D. Leg. Nº 955) que busca regular la
asignación de recursos a los Gobiernos Regionales y Locales, a fin de asegurar el cumplimiento de los servicios y
funciones de su competencia. Aquí la principal paradoja y elección de modelo económico: el manejo central de los
instrumentos de política monetaria y política fiscal tiene indudables ventajas, pero hay un mandato para hacer
coincidir o al menor propender a ello, entre gasto y objeto de gasto y financiamiento fiscal en función del desarrollo
económico social con base territorial. Recordemos que menos de 60 empresas sostienen la base de principales
contribuciones tributarias y de contribuyentes y “residen” en Lima.
f. Lo anteriormente señalado lleva a otra definición de diseño de política económica y de Gestión Pública compleja y
de profundas pasiones político-telúricas: Los tamaños relativos de la organización y complejidades territoriales en la
dimensión del Gobierno Regional. Este es un tema que requiere de una definición técnica para no ser una incógnita
constante respecto de los objetivos nacionales, y abarca tres dimensiones: Potencial de valor en recursos naturales
y territoriales, capacidad actual de generar valor agregado y decisión de país de mantener reservas estratégicas.
Sobre estos temas, no hay la menor mención ni evidencia de estar en proceso de análisis.
g. La conjunción de las dos claves instrumentales anteriores debiera conducir a establecer matrices decisionales y
curvas de bienestar en función al modelo de desarrollo y objetivos nacionales (En construcción, no se sabe hasta
cuándo) y a hacer sensible y participativa su elección: El interés nacional respecto al interés territorial. Por ejemplo,
hasta donde llevar los alcances del Convenio169 de la OIT.
h. Como tema final, definir y adoptar instrumentos (y cuáles) alternativos a los que se sostienen en la teoría de juegos
de resultado final (macro) de suma cero, en tanto se orientan al resultado macroagregado nacional final, no facilitan
ni establecen entradas (producto-resultado) a variables de soluciones sostenidas en un enfoque territorial, como la
Descentralización Fiscal, ya abordada15, o el análisis de reservas estratégicas (China es buen ejemplo de ello:
consumir lo de otros antes que lo propio, salvo cuando sea necesario).
Epilogo: La historia sin fin.
La novela fantástica del escritor alemán Michael Ende, publicada en 1979, "un nuevo clásico de la literatura juvenil",
desarrolla un argumento que ocurre en el reino de Fantasía, un mundo bajo amenaza de ser destruido por la Nada (la
cual representa la carencia de imaginación de la gente del mundo real). En el mundo fantástico, el protagonista es un
joven guerrero (Atréyu, el elegido) a quien la Emperatriz, mortalmente enferma, le pide iniciar una gran búsqueda para
una cura. El otro protagonista es un chico del mundo real, quien lee una novela del mismo título, para quien la historia
se vuelve cada vez más real, siendo claro que es el personaje real el que hace real al personaje imaginario.
15
Para un mayor análisis y detalles técnicos, consultar “Descentralización Fiscal y Gestión Pública en Perú: Escape del “Malebolge”. Espinal, Alfredo;
publicado en la Revista Gestión Pública y Desarrollo, Año 3 - Nº 34/Mayo 2010, Parte I y Nº 35/Junio 2010, Parte II Ediciones Caballero Bustamante,
Perú (www.gestionpublica.org.pe).
9.
Política y Gestión Pública
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La historia de las naciones, la evolución de las teorías políticas y las lecciones aprendidas de los resultados de estilos y
modelos de Gestión Pública aplicados por distintos países, regímenes y formas políticas de organización del Estado, no
señala ni ha decantado una solución probada, como por ejemplo la metodología del valor por dinero; menos aun, como
resulta posible desarrollar y hacer viable legalmente, formas de blindaje de los Gestores y su libreto técnico para hacer y
cumplir con el ciudadano, respecto de la legítima orientación política de los funcionarios de la nueva Administración y la
visión de Gobierno que les ha merecido ser elegidos. Una de las formas más eficaces y también la menos sólida es la
de construir acuerdos nacionales pero la experiencia reciente del país, al menos hasta mediados de marzo 2011, en que
se ambienta este trabajo, es la de que esa idea funciona bajo determinadas circunstancias conjuradas las cuales, la
pugna política (cuya ausencia programática y militancia doctrinal es una lamentable carencia) vuelve a las mismas y ya
superadas practicas de los Principados y Señorios medioevales, en tanto el mundo se mueve en naciones y en bloques.
Esperamos una evolución positiva a contar con una política orgánica y una Gestión Pública estructurada y que cumpla
un rol de gobernanza, no de trámite administrativo o de celo en guardar formas de organización y funciones que no
tienen sentido ante falta de norte, y de entusiasmo en tareas y programas que ya existen, procesos que tienen dueños y
que cada Ministerio, redefinido y reformado –redimensionado y consolidado- no sea preeminente uno sobre otro.
Finalmente, y considerando un deber profesional el generar análisis de calidad y de contenidos técnicos y vivenciales,
para que los responsables de la Gestión Pública entiendan los procesos y determinantes de los actores con los que
interactúan (en forma directa o indirecta) dos reflexiones instrumentales:
a. El Gobierno debe ser no solo electoralmente impecable sino legitimo (reconocimiento de que actúa correctamente y
con la autoridad prudente) y debe tratar de establecer una dimensión de calidad institucional, la cual aun no cuenta
con indicadores que la midan o establezcan adecuadamente.
b. Los gobernados deben ser visibles, no transparentes ni ausentes, ante decisiones de su Gobierno, para entender,
aportar, actuar y no criticar. Decía José Martí “Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos”, de allí la
importancia de comprender, analizar y luchar por decisiones con sentido de mayorías.
El 11 de marzo 2011 Japón experimentó una tragedia de dimensiones catastróficas, con un terremoto y tsunami con un
gran número de muertes y de vidas y esfuerzos personales perdidos; en medio de tales desastres naturales y humanos,
el Emperador Akihito hizo un llamamiento a sus ciudadanos para que mantengan la esperanza, se solidaricen con sus
compatriotas damnificados y no entren en pánico por la alarma nuclear. La reacción de este pueblo castigado ha sido la
de confianza plena en su Gobierno, redescubrir la comunidad y tener esperanza.
Mi respeto y pesar a los súbditos japoneses por tal tragedia, y admiración por esta relación y liderazgo de su Gobierno.
Economista Alfredo Espinal, Especialista en Economía Pública y Planificación Regional. Diplomado de Diseño y Evaluación de
Proyectos Sociales - Pontificia Universidad Católica, Perú; Maestría en Economía Empresarial y Regional, Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, Perú.
Email: alfrespinal@hotmail.com
Artículo publicado como Especial en la Revista Gestión Pública y Desarrollo, Año 4 - Nº 45/Abril 2011, Ediciones Caballero
Bustamante, Perú (www.gestionpublica.org.pe)