El documento describe cuatro tipos de humanismos positivos: el marxista, que se basa en la experiencia y observación; el anarquista, que busca la libertad total del individuo sin gobierno; el existencialista, que enfatiza la existencia individual y la libertad de elección; y el personalista, que toma a la persona como valor supremo. Cada uno se ilustra con un ejemplo breve de su aplicación.