La gestión de pedidos y distribución es un proceso crítico para las empresas porque representa el punto de contacto con los clientes. Para tener éxito, el proceso debe adecuarse a las necesidades específicas de los clientes en términos de facturación personalizada y acceso a la información del pedido. Los objetivos principales son conocer con precisión los requisitos del cliente, asegurar plazos de entrega precisos y mantener informado al cliente a lo largo del proceso de pedido.