Las emociones son fundamentales para el desarrollo en la primera infancia y afectan las primeras relaciones sociales, la seguridad básica y las respuestas emocionales. La inteligencia emocional en esta etapa incluye la empatía, la expresión y comprensión de sentimientos, y el control emocional. Abordar el aprendizaje emocional en la infancia es importante porque las primeras experiencias condicionan las respuestas emocionales básicas y se inicia el diálogo interno.