Joseph Juran definió la calidad como satisfacer las necesidades del cliente con productos libres de fallas y adecuados para su uso. Su filosofía de calidad se basó en la "Trilogía de Juran", que incluye la planificación, el control y la mejora continua de la calidad. Juran creía que el objetivo principal del control de calidad debía ser prevenir defectos mediante el análisis de procesos de producción en lugar de corregirlos.