El documento habla sobre la categorización comercial y las metáforas empresariales. Explica que en toda empresa existen diferentes tipos de clientes, productos y servicios. Establece una analogía con una casa que tiene utensilios de oro, plata, madera y barro para usos nobles y viles. Luego describe cuatro categorías o perfiles de clientes (tipo C, B, A y triple A) y sus características. Finalmente, enfatiza la importancia de fidelizar a los clientes triple A y mantener una relación ganar-ganar con ellos.