La conversación implica un diálogo entre dos o más personas que se escuchan alternadamente sobre uno o varios temas. Para que la conversación sea efectiva, los participantes deben mostrar actitud de escucha atenta, disposición para ceder y hacer acuerdos, y libertad para expresar pensamientos y sentimientos. El debate, por otro lado, se caracteriza por una discusión ordenada sobre opiniones antagónicas con un moderador, y no busca soluciones sino exponer argumentos a favor o en contra de un tema.