LA CULTURA DE LA INNOVACIÓN Y EL DESARROLLO SOSTENIBLE
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LA CULTURA DE LA INNOVACIÓN Y EL
DESARROLLO SOSTENIBLE
Enrique Posada Restrepo
Asesor de proyectos y coordinador de innovación, HATCH INDISA S.A.S., Colombia
enrique.posada@hatchindisa.com
1. INTRODUCCIÓN
Los desafíos que ofrece para la ingeniería el desarrollo sostenible, implican revisiones
importantes de los modelos culturales, no solamente sociales, sino también en la práctica misma
de la ingeniería. Para asumir el cambio, es importante entender las conexiones existentes entre
las ideas, los sistemas de creencias y la realidad misma. El cambio se posibilita cuando se
flexibiliza el sistema de ideas y de creencias de las personas, de las organizaciones y de la
sociedad. El cambio se facilita si se entienden los procesos dinámicos que conectan las ideas
con las experiencias. El punto de partida del cambio tiene mucho que ver con asumir estados de
funcionamiento creativo, asociados con la imaginación, la intuición, la capacidad de compromiso
y de emprender proyectos y la creación de espacios para el aprecio y el enamoramiento. Acá es
donde entra la innovación, como esa capacidad para descubrir y poner en marcha las nuevas
posibilidades que permiten el funcionamiento tecnológico, social y humano dentro de parámetros
admisibles con la sostenibilidad. En esta presentación se discutirán los mecanismos para desatar
las fuerzas creativas e innovadoras en la ingeniería y se plantearán las posibilidades y las
ventajas de contar con un sistema de ideas creativo e innovador como base para lograr la
sostenibilidad. Se plantearán diez esquemas de funcionamiento, asociados con las leyes de la
física, que contribuyen al desarrollo de la creatividad, la innovación y la sostenibilidad en el trabajo
de ingeniería.
2. CULTURA, CREATIVIDAD Y SOSTENIBILIDAD
Se podría pensar que al hablar de ingeniería y desarrollo sostenible habría que hacer énfasis,
ante todo, en la tecnología. Sin embargo, el logro de un compromiso con la sostenibilidad
involucra aspectos culturales, educativos, de política, de objetivos, de trabajo en equipo y de
compromiso y responsabilidad, por lo cual involucra diversos elementos de tipo cultural y de
comportamiento humano. Por ejemplo, las organizaciones de todo tipo deben contar con políticas
de gestión, con unos principios que guíen la acción y con una cierta claridad metodológica y
conceptual, es decir con un sistema de creencias alineado y operativo, que genere acciones
coherentes y eficaces. Por ello, conocer los aspectos técnicos acerca de estos temas no es
suficiente para avanzar decididamente en temas de sostenibilidad, aun si se los mira desde la
ingeniería. Es esencial todo lo que tiene que ver con la motivación de las personas. La más
profunda motivación que pueden tener las personas y las organizaciones para incluir el equilibrio
entre medio ambiente, sociedad y economía en su visión de trabajo, está relacionada con la ética,
la cual, en el fondo, platea cuestionamientos sobre los efectos de las acciones de las personas y
de las organizaciones. Son preguntas sobre lo que traerá el futuro y sobre el mal que se hace o
el bien que se deja de hacer. La ética está fundamentalmente asociada con la conciencia y por
ello la actuación ética de las organizaciones y de las empresas depende también del estado de
conciencia de las mismas.
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La sostenibilidad implica complejos e interconectados ciclos y bucles de retroalimentación. Para
que sean exitosos, es necesario que las personas y las organizaciones tengan estados de
conciencia desarrollados y creativos. Estas actitudes creativas tienen que ver con el despertar de
las capacidades para imaginar, para establecer visiones, declaraciones, compromisos y políticas
de ahorro y de respeto por lo racional y lo correcto. Igualmente, que generan preguntas y
cuestionamientos de fondo, que den lugar a actitudes de investigación, de aproximaciones
novedosas a la problemática y de generación de alternativas. Es acá donde el ingeniero
interviene, altamente motivado, supremamente ético y pleno en creatividad, para hacer aportes
esenciales a la sostenibilidad.
2.1. CREENCIAS, NIVEL DE CONCIENCIA Y
SOSTENIBILIDAD
Las creencias son pensamientos, ideas, esquemas mentales a través de las cuales las personas
crean e interpretan la realidad e interaccionan con ella. Se manifiestan en forma de declaraciones
de las organizaciones o de las personas. Las creencias interpretan y contribuyen a crear las
experiencias que confirman la verdad de lo que las personas o las organizaciones creen. Las
creencias dan lugar a relaciones de causa-efecto y de efecto-causa entre las personas y los
elementos ambientales, sociales y económicos. Cuando las personas y las organizaciones se
dan cuenta de esto y manejan deliberadamente sus creencias y su cultura, adquieren el poder de
reestructurar su conciencia (es decir, su sistema de creencias) y de poner a tono su cultura con
las nuevas circunstancias y realidades del entorno, lo cual facilita el cambio.
La cultura y las creencias tienen que ver con la forma en que está estructurada la conciencia de
las personas (y por ende de las organizaciones). En este sentido vale la pena anotar que las
creencias vienen o existen en forma de racimos o de conjuntos, más o menos confusos o claros,
asociados con unos niveles o estados. Los estados o modos de la conciencia pueden agruparse
bajo tres categorías: estados reactivos, estados mentales y emocionales y estados creativos.
Los estados reactivos se pueden asociar con los conceptos del miedo, la incomodidad, la
agresividad y el estar centrado en el pasado. Cuando las personas y las organizaciones funcionan
en estado reactivo, tienden a alejarse de la responsabilidad social y personal, ya que advierten
en las situaciones elementos de miedo y temor, defensa y ataque, de repetición de fracasos o de
culpabilidad, ante los cuales se sienten débiles y dependientes.
Los estados mentales, racionales y emocionales son de gran importancia en las metodologías
del trabajo de los ingenieros y tienden a dominar sus acciones (especialmente en lo que tiene
que ver con la mente lógica y racional). Estos estados se los puede asociar con los conceptos del
manejo organizado de los datos y los registros históricos, el empleo de la lógica, del análisis y de
la metodología, la motivación basada en emociones positivas y el trabajo experimental y
predictivo. Estas son las bases principales del modo racional de hacer las cosas y funcionando
desde estos modos se ha construido en buena parte la actual estructura social y económica y el
buen funcionamiento de las organizaciones. Con estas estructuras se superan los modos
reactivos. Todo ello funciona mejor cuando se complemente con la inteligencia emocional, que
se podría definir como la capacidad para estar motivados, comprometidos, alegres y con muy
buena actitud ante las situaciones, es decir, complementar la racionalidad con una actitud
responsable y positiva.
Sin embargo son tan desafiantes y enormes los problemas de sostenibilidad a que está
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enfrentada la humanidad (que generan enormes riesgos, miedos, equivocaciones, daños,
conflictos y pérdidas), que no bastan el trabajo racional, aún soportado por altas dosis de
inteligencia emocional y por la mejor ingeniería, para resolverlos. Esto tiene mucho que ver con
la complejidad, la alta velocidad de las interacciones, y la interconexión inherente que genera
reacciones no lineales y secundarias por todas partes. Conectar lo vivo (ambiente), con lo
humano (sociedad) y con lo productivo (economía y trabajo), necesariamente da lugar a tales
complejidades. En el pasado, debido a los tamaños de los elementos, relativamente menores, y
a la velocidad de interacciones, relativamente lenta, no se sentía tan evidente la crisis de
sostenibilidad, aún en un ambiente de guerras, de limitaciones y de enfermedades. Pero dados
los avances tecnológicos y el enorme crecimiento social y económico, el elemento natural está
siendo sujeto a situaciones que amenazan la integridad del conjunto.
Al considerar esto se tiene la fortuna de contar también con estados creativos en las personas
y en las organizaciones, que están en capacidad de permitirles enfrentar los desafíos. Estos
estados creativos se encuentran asociados con conceptos como imaginación, innovación,
investigación, desarrollo, evolución, creatividad y creación, intuición y observación. Estos estados
dejan brillar la naturaleza superior de las personas y estimulan las responsabilidades personales
y sociales.
Podría parecer que estos conceptos suenen demasiado ideales en el mundo real, sujeto a la
competencia, a las exigencias del mercado, a las exigencias del tiempo, a las carencias
económicas. Sin embargo, las organizaciones, el sistema productivo y las personas no pueden
ser ajenas a estas realidades idealizadas, dado que los seres humanos son seres integrales. Por
ello conviene establecer realidades personales y sociales que sean creativas y que tengan
aspectos idealizados.
2.2. CREATIVIDAD, INNOVACIÓN Y SOSTENIBILIDAD
Los seres humanos son el producto de muchos miles de años de evolución que ha permitido que
cuenten con una herramienta muy potente, que es el sistema nervioso. Se identifica esta gran
capacidad con conceptos como el de la inteligencia, la memoria, la creatividad, la planeación, la
investigación, la ciencia, el desarrollo, la imaginación. En la medida en que las personas sean
conscientes de estas capacidades y se apliquen a ellas con plena autonomía, autoestima, con-
fianza e intencionalidad, se aumentan las posibilidades de trabajar en forma más integral y más
humana. Investigadores del comportamiento humano como Gregory Bateson y Carl Rogers
señalan que existen importante mecanismos de retroalimentación positiva que impulsan el
comportamiento armonioso de las personas, y por lo tanto, de las organizaciones.
Gregory Bateson, a pesar de que haber desarrollado su trabajo en temas de índole social y
cultural, tuvo mucho que ver con la ingeniería, debido a sus aportes en los desarrollos científicos
que dieron lugar a la cibernética y al entendimiento de los fenómenos de retroalimentación, tanto
en ingeniería como en ciencias humanas. En 1972, Gregory Bateson sacó a la luz pública su
teoría según la cual el cambio deseable (por ejemplo la búsqueda de la sostenibilidad), no se
debe referir solamente a nuestras acciones, sino más que todo a nuestros pensamientos. Es
decir, hay que pensar sobre cómo pensamos. A esto lo llamó Bateson la “ecología de la mente”.
Para Carl Rogers los organismos poseen una tendencia innata a la actualización, la cual gobierna
todas las funciones, tanto físicas como de la experiencia. Esta fuerza tiende constantemente a
desarrollar las potencialidades de los individuos para asegurar su conservación y su prosperidad,
dentro de los límites del ambiente. Sin embargo, el éxito de estas acciones, no depende
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solamente de la situación real u objetiva, sino también de la situación tal como el sujeto la percibe,
y el sujeto percibe la situación en función de la noción que tiene de su yo. Se puede decir que el
mundo es percibido a través del prisma del yo, o sea, lo que se refiere al yo tiene tendencia a ser
percibido en relieve y es susceptible de ser modificado en función de los deseos del sujeto,
mientras que lo que no tiene relación con el yo, tiene tendencia a ser percibido de forma más
vaga o a ser totalmente pasado por alto. De tal modo que en última instancia, es la noción que
se tiene del yo la que determina la eficacia o el fracaso de la tendencia a actualizarse.
Colectivamente se puede extender este concepto al YO colectivo que debería actualizarse
conscientemente a las realidades de la sostenibilidad. Esta tendencia debería buscar modos de
funcionamiento sostenibles. Parece evidente que tales logros son esencialmente el resultado de
actitudes, percepciones y trabajos mentales, resultados de la ecología de la mente.
Rogers es el padre de la escuela humanista del manejo de la mente humana. Esta escuela
desarrolla el concepto de la empatía, que consiste en asumir la posición del otro como método
de trabajo para el logro de las buenas relaciones humanas. La psicología humanista pone de
relieve la experiencia no verbal y la exploración total de los estados de conciencia como medio
de realizar el pleno potencial humano
Con base en estos enfoques, los mejores puntos del comportamiento humano se logran cuando
se da un manejo delicado, empático, bien intencionado, libre, amplio, integral, descansado,
evolutivo y equilibrado al sistema nervioso humano, en un sano equilibrio con la realidad natural.
En esta forma se facilita que las personas encuentren en sus propias capacidades, en sus propios
sistemas nerviosos, capacidades insospechadas.
Por extensión se puede decir que las organizaciones también tienen su propio sistema nervioso,
al cual se pueden aplicar principios semejantes a los que se aplican a las personas. Desde un
punto de vista conceptual y simbólico, se puede decir que existen dos modos de funcionamiento
del sistema nervioso, los cuales se han asociado con la existencia de dos hemisferios en el
cerebro: hemisferio izquierdo y hemisferio derecho. Al considerar estos dos modos de funciona-
miento lo que se quiere es plantear el punto de vista de que es posible enriquecer el
funcionamiento cerebral y nervioso cuando se es consciente de las gamas de posibilidades que
existen. Los dos modos de funcionamiento no son totalmente independientes ni corresponden a
separaciones claras de tipo físico. Más bien son opciones de contemplación y de experimentación
de la realidad.
La tabla 1 contrasta los dos modos de funcionamiento de los procesos nerviosos y cerebrales.
Uno de los modos, el del hemisferio izquierdo, está asociado con el aspecto consciente de los
funcionamientos y con la mente. El otro modo con el cuerpo y con el aspecto inconsciente de los
funcionamientos. Pero no son modos separados radicalmente sino que estas clasificaciones
denotan posibilidades que se alimentan mutuamente. La idea de establecer estas dos categorías
es provocar que las personas y las organizaciones se atrevan a buscar formas deliberadas y
novedosas de funcionamiento. Por herencia, por educación, por influencia ambiental, por
adoctrinamiento, por elección propia, o por otras muchas razones, se tiene la tendencia a preferir
ciertos modos de funcionamiento. Las costumbres o rutinas que se adoptan pueden condicionar
funcionamientos parciales. Con ello se pierden opciones y esto se refleja en las formas de relación
con el ambiente. Este funcionamiento limitado es una de las causas de los comportamientos
desordenados y poco evolutivos y poco delicados con relación a la naturaleza y a los demás, que
se constituyen en amenazas contra la sostenibilidad. ¿Cómo se pueden tener en cuenta las
categorías de la tabla 1? Determinar esto es una tarea inteligente y creativa que hace parte de
los programas de gestión en la organización. Los siguientes son algunos ejemplos aplicables a
la sostenibilidad, sobre el uso de dos de las categorías de la tabla.
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Aspecto de
Funcionamiento
Hemisferio Izquierdo Hemisferio Derecho
Zona de dominio La mente, lo consciente El cuerpo, lo inconsciente
Tipo de percepción Pensamientos, sensaciones Sentimientos / Sentir, Intuición
Tipos de Recuerdos Palabras, números, partes,
nombres
Imágenes, caras, patrones, lo
global
Formas de Expresión Verbal, hablada, contar,
escribir
No verbal, gestos, dibujos,
garabatos
Formas de Pensamiento Analítico, lineal, lógico,
racional, secuencial, vertical,
convergente, deductivo
Visionario, espacial, analógico,
creativo, simultáneo, lateral,
divergente, inductivo
Formas de acción Prueba, ejecuta Visualiza, se proyecta
Énfasis organizativo y
empresarial
Normas, capital, mano de obra,
Recursos, tecnología
Visión y valores, motivación,
compromiso, ideas,
creatividad, innovación
Forma de definir y presentar
las cosas
Blanco y negro, sin dudas,
asertivo, con palabras
Grises o colores, con
alternativas, sugerente e
integrativa, con gráficos
Enfoque de conocimiento Reduccionista Holístico
Enfoque de los Valores Expansión, dominio,
competencia, cantidad
Conservación, asociación,
Cooperación, calidad
Fuente: Tomado de [1]
Tabla 1. Modos de funcionamientos opuestos y complementarios
La zona de dominio, corresponde a los temas administrativos, al comando de las
organizaciones. Se presentan dos aspectos: La mente y lo consciente por un lado; el cuerpo y lo
inconsciente por el otro. La gestión se hace a partir de una administración comprometida.
Administrar en sus orígenes significa servir, el ministro (el que ad-ministra) es el servidor de los
demás. El liderazgo se basa en el servicio. Esta es la zona donde se toman las decisiones. Los
aspectos mentales del dominio tienen que ver con la lógica y el conocimiento que dan fundamento
a la acción. Para trabajar en sostenibilidad es menester conocer la lógica de los sistemas, contar
con bases teóricas. Esto lo puede lograr la empresa con ayuda de asesores o con recursos
propios capacitados. Una organización que es consciente de estas capacidades mentales, las
divulga, las estimula, les da importancia, las utiliza. Si cuenta con instrumentos, los usa; si cuenta
con manuales e información, los emplea. Una organización inteligente y consciente, es
estratégica, tiene metas, planea, piensa, aprende, cambia. Los aspectos corporales del dominio,
tienen que ver con las rutinas de trabajo, con los procedimientos, con el funcionamiento
automático. El entrenamiento, la práctica constante, las brigadas de trabajo, los ejercicios, los
talleres, los controles automáticos, el trabajo con base en metas, la gestión, van estableciendo
modos de funcionamiento autónomos. Entonces la organización funciona como un cuerpo, cada
cual en forma comprometida, casi automática haciendo su trabajo.
La zona de la percepción corresponde a los mecanismos que tiene la organización para darse
cuenta, para medir, para captar información, para conocer dónde se encuentran. Es la zona
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dónde se identifican los estados y se hacen las evaluaciones. Es la zona de las auditorías, de las
revisiones. Desde el punto de vista mental, la organización percibe ideas, pensamientos,
estructuras ideológicas y mentales. Para ello está dotada, tal como ocurre en las personas, de
mecanismos de comunicación y de percepción sensorial, los sentidos. Con la vista se hacen
observaciones, se miran situaciones, se admiran y se aprecian oportunidades, se leen las leyes
y las normas, se vela porque haya imágenes y símbolos. Con el oído, se presta atención a los
eventos llamativos y a las alarmas, se escucha a las comunidades y a los clientes, se oyen las
inquietudes y las ideas del personal, crean opciones para que las personas hablen y expongan
sus ideas. Con el gusto, se disfrutan y se celebran los logros, se es esmerado y ordenado, se
hace buen mantenimiento, se hacen las cosas con cariño y con refinamiento y elegancia. Con el
olfato se detectan los problemas, se huelen las situaciones riesgosas o dañinas, se sensibilizan
las comunicaciones, se captan los pequeños detalles escondidos y sutiles que luego se pueden
volver catastróficos o útiles, se estimulan los compromisos y las pequeñas acciones que luego
pueden ser muy importantes. Con el tacto se manejan bien las situaciones, se hace fuerza donde
corresponde, sin hacer daño; se tocan los problemas y se miden las variables, para tenerlas a la
mano.
Fuente: Tomado de [1]
Gráfica 1. Dos modos de percepción
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Desde el punto de vista corporal los mecanismos de percepción tienen que ver con los
sentimientos, el sentir y la intuición. Se trata de percepciones que son de tipo identificación, de
tipo empático. La figura 1 compara las dos formas de percibir, corporal y mental. En ellas X es el
sujeto que percibe y la forma ovalada es el objeto que se percibe.
La percepción corporal tiene que ver con un mayor involucramiento de los responsables en los
temas, por ejemplo, en los asuntos productivos, sociales, ambientales o económicos, en los
equipos, en los sistemas, viéndolos desde adentro. En esta forma se pueden apreciar diversos
detalles que dan origen a divergencias, a desviaciones. La identificación también tiene que ver
con un acercamiento cariñoso a los sistemas, con la creación de espacios para la motivación y el
cuidado. Cuando se logra una buena identificación, los sistemas naturales y los recursos se
sienten cercanos y se experimentan y se reciben datos de manera intuitiva, como si se tratara de
un sexto sentido. Cuando se trabaja con expertos, se tiene la sensación de que el experto está
estrechamente unido al equipo, al proceso, y sabe todo lo que hay que saber. Desarrollar
cercanías, “expertises” en las organizaciones, aumenta la percepción empática.
3. DIEZ ESQUEMAS DE FUNCIONAMIENTO PARA LA
SOSTENIBILIDAD
Para facilitar el trabajo constructivo se presentan a continuación diez principios de trabajo práctico
y el desarrollo de la ética personal y empresarial.
El Principio de la potencialidad universal se refiere al potencial interno, con frecuencia
escondido, que reside en todas las personas y los diversos aspectos de los objetos. Si se tiene
en cuenta este potencial, se puede ver más allá de las clasificaciones habituales cómo “malo”,
“bueno”, “problema”, “trabajador”, “je-fes”, “pérdidas”, “ineficiencia”, “dato”, “medición”, etc.,
enfocándose más bien en la posibilidad y en la responsabilidad que existe de localizar y encontrar
el valor subyacente detrás de estas clasificaciones: las oportunidades. Las oportunidades son
aquellos potenciales que están escondidos. Con este principio en mente, se estimula y se da
valor a los grupos de trabajo y a las personas.
Principio de la observación participativa. Examina el hecho de que la realidad tiene aspectos
subjetivos que dependen en gran medida de la participación las personas. Con este principio se
facilita que se den pasos después de la detección de las oportunidades, para hacerlas reales,
para aprovecharlas. En la construcción del desarrollo sostenible, todos participan.
Principio del manejo de la incertidumbre. Se refiere a que todo proceso es susceptible de
mejoras y de examen, ya que el funcionamiento ocurre en un amplio espectro de posibilidades,
algunas de las cuales aportan incertidumbre o están condicionadas. Detrás de las variaciones e
incertidumbres están subyacentes ahorros potenciales y nuevas posibilidades de interpretación.
Principio de la asociación o complementariedad. Se refiere a la importancia de la perspectiva
para examinar e interpretar las realidades, de manera que se tengan en cuenta los lados opuestos
y las visiones complementarias. Este principio facilita que se acepte que son varias las
posibilidades de resolver un problema y que no hay que fijar limitaciones arbitrarias ni juzgar
perentoriamente. En términos de trabajo en equipo, este principio facilita apreciar el espacio del
otro y practicar la escucha activa. Con este principio en la mente de las organizaciones, se
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amplifican los beneficios de hacer parte de grupos de trabajo, de unirse a otras empresas, de
trabajar con las universidades, con las autoridades, con los clientes y los proveedores.
Principio de la unidad. Se basa en la idea de que hay unidad subyacente entre los distintos
objetos, las personas y las organizaciones. Una valiosa herramienta de trabajo para estimular el
efecto positivo de este principio es tomar cualquier objeto, persona, concepto, creencia, norma,
equipo, problema, y sentir como se siente eso, es decir, acercarse a las cosas y sentirlas como
de uno, identificarse con ellas, experimentarlas cercanamente. Esto da lugar a asociaciones
sinérgicas que optimizan el trabajo empresarial. Ello da fuerza y conocimiento compartido.
Principio de las alternativas variadas. Se refiere a que hay varios niveles de la realidad, así
como hay varios niveles de conciencia y un espectro interesante de alternativas y de niveles de
funcionamiento. Este principio facilita el que las personas y las empresa acepten la existencia de
modelos de mejora aplicables a sí mismas y los distintos procesos; con ello se establecen
estándares, se plantean metas, se abre la mente a los conceptos y a las visitas de asesores, se
asiste con gusto a cursos, se busca la capacitación, se conversa con los clientes y con los
proveedores, se asiste a ferias, se conocen y se exploran las normativas ambientales como
fuentes de acción y mejora.
Principio del manejo del tiempo. Con este principio se facilita la observación de los eventos
con una perspectiva más amplia y se logra un mayor enfoque y efectividad a darse cuenta de la
importancia del instante que se vive, de la oportunidad que aparece, de la realidad presente. Los
problemas van apareciendo a medida que se tiene conciencia para verlos, tiempo para vivirlos y
energía para resolverlos. Si se les da la espalda y no se les vive, aparecen el acoso, la tensión y
el incumplimiento y el tiempo nos atrapa. La gerencia y los directivos deben tener tiempo para
escuchar las señales que salen de todas partes y para plantear una visión participativa en cuyos
logros todos se conviertan en gerentes. Eso creará tiempo.
Principio de la energía prevalente. Reconoce que la vida, la naturaleza y todos tienen un
potencial que se manifiesta energéticamente. Este principio facilita que las personas y las
organizaciones entiendan las muchas conexiones e implicaciones que las agitan y estimulan y se
vean a sí mismas como fuentes energéticas generadoras de comportamientos armónicos y
responsables. En último término, con la búsqueda de un mundo más sano y la sostenibilidad, se
logrará enriquecer el trabajo comunitario, estimular el empleo y la prosperidad, creando a su vez
espacios para la felicidad individual y colectiva
Principio de la entropía. Se refiere a los elementos de orden y desorden implicados en los
procesos, reflejados en que hay tendencias a que se desintegren y se desordenen las cosas,
siendo necesario intervenir activamente para que haya integración y orden. Las crisis de
funcionamiento aportan claves para la mejora y el desarrollo y la agitación y la turbulencia aportan
señales útiles para cambiar de nivel de funcionamiento.
Principio de los aspectos caóticos de las grandes transformaciones. Se refiere a los efectos
escondidos en las pequeñas variaciones de los parámetros que influyen sobre la realidad y que
pueden ser muy determinantes. Estos efectos de tipo caótico, son parte natural de la existencia,
guardan relación con los fenómenos y pueden generar altas inestabilidades y complejidad. En
este sentido es bueno caer en cuenta que existen los catalizadores, que son elementos que
facilitan el cambio. Un asesor, una norma, un curso, la idea de una persona, un intercambio con
un cliente, asistir a un feria. Son eventos de alcance insospechado.
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4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Se han presentado esquemas de trabajo de ingeniería en busca de contar con una visión integral
de la realidad, para aproximarse de una manera más eficaz a la complejidad que está subyacente
en los problemas de la sostenibilidad.
Se han presentado diversas herramientas prácticas que facilitan este enfoque. Son muy
importantes las visiones complementarias de la realidad y el empleo de diez principios, basados
en la física moderna, para resolver situaciones de modo sostenible.
5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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por ISAGEN, Medellín, pp. 690.
[2] Posada Restrepo, E. (1995). En busca del conocimiento creativo, Medellín, pp. 220.
[3] Posada Restrepo, E. (2002). Guía de buenas prácticas de manejo energético en las pequeñas
y medianas empresas, Ministerio del medio ambiente y CNPML, Medellín, pp. 86.
[4] Posada Restrepo E, (2010) Strategic Analysis of alternatives for Waste Management, Capítulo
publicado en el libro Waste Managemente, Edited by Subil Kumar, Intech, Croatia
[5] Posada E. (2017) The Ayurveda Natural Medicine System and Its Environmental Implications.
Environ Sci Ind J. 2017;13(4):144.
[6] Posada E, Valencia G, Robledo D (2016) Towards Sustainable Cities trough a Decrease in
CO2 Emissions Based on Creating Consciousness on Human Habits and Its Relations to Body
CO2 Emissions and Associated Impacts. Int J Earth Environ Sci 1: 116.
doi: http://dx.doi.org/10.15344/ijees/2016/116
6. HOJA DE VIDA DE LOS AUTORES
Enrique Posada Restrepo. Ingeniero mecánico de la Universidad Pontificia Bolivariana, 2006; BS
in Mechanical Engineering, University of Maine – USA, 1972; Master in Mechanical Engineering,
University of Maine – USA, 1973; Maestría en Crítica de Cine, Aula Crítica, España, 2011. Se ha
desempeñado profesionalmente como profesor e investigador en la Universidad Pontificia
Bolivariana. Posteriormente estuvo vinculado a la empresa NUBIOLA PIGMENTOS S.A., como
director de investigación y desarrollo. Entre sus actividades estuvo el manejo de los temas
ambientales, el desarrollo de tres nuevas plantas de producción y numerosos estudios y
desarrollos en los distintos procesos químicos y físicos que desarrolla esta empresa. En los
últimos años, ha estado vinculado a la empresa HATCH INDISA S.A.S. como director de
proyectos y especialista en temas del medio ambiente, energía y fluidos. Actualmente es su
coordinador del área de innovación y desarrollo.