El documento define la disciplina escolar como el código de conducta que maestros y estudiantes deben seguir, como reglas sobre comportamiento, uniformes y horarios. Explica que la disciplina implica actuar de manera ordenada y perseverante para lograr objetivos, requiriendo autoexigencia y capacidad de esforzarse más allá de lo usual. Finalmente, señala que la disciplina ha variado en su significado a través del tiempo y culturas, aunque originalmente se refería a instruir soldados en obediencia y sumisión al mando.