Definición de ira. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones y tolerancia. Trastornos comunes. Tratamiento a estas reacciones.
2. LA IRA. DEFINICIÓN
La ira es una respuesta compleja en la que se ejecutan funciones de tres
tipos:
• Respuesta corporal, en la que el cuerpo se activa para la defensa o el
ataque. El ritmo cardiaco aumenta al igual la respiración se acelera, los
músculos se tensan y el flujo sanguíneo se dispara preparándonos para
actuar ante una amenaza percibida.
• La segunda es una respuesta cognitiva, es decir, depende del modo de
interpretar las situaciones. Cuando se esté inmersos en una situación, esta
por si sola no tiene ningún valor emocional, es la valoración personal que
hacemos de ella la que le confiere un significado
• La tercera respuesta de la ira tiene que ver con la gestión conductual en
estas situaciones. La conducta en estas circunstancias está orientada con
el fin de la defensa de aquello que se interpone, para ello se genera una
energía interna que mueve a la "destrucción" del obstáculo.
3. LOCALIZACIÓN DELA IRA EN
EL CEREBRO
Científicos de la Universidad de Iowa realizaron un estudio en el que se les pidió a los
participantes realizar una tarea, con la finalidad de rechazarla sin ningún fundamento y así
provocar su enojo. Al causar el enfado de los participantes, captaron el momento justo en el que
en el cerebro se activaron dos zonas: la corteza cingulada anterior y la corteza dorso lateral
prefrontal.
La corteza cingulada anterior del cerebro se encarga del control de las emociones y la corteza
dorso lateral prefrontal del cerebro, de la toma de decisiones racionales, por lo que impide que
resalten los impulsos. Sin embargo, en un estado de enfado puede llegar a agotarse y deja de
funcionar.
4. LOCALIZACIÓN DELA IRA EN
EL CEREBRO
En el caso de la ira, esa zona
crítica es la región del estriado
ventral (se refiere a núcleos
accumbens, porciones
profundas del tubérculo
olfatorio parecidas al estriado y
partes ventrales del núcleo
caudado y el putamen. Como es
obvio por sus conexiones, el
estriado ventral se relaciona con
el sistema límbico).
5. LOCALIZACIÓN DELA IRA EN
EL CEREBRO
Para las neurociencias de este último
tiempo, la región del córtex frontal (una
zona de control ejecutivo de la mayoría
de los procesos cerebrales más
desarrollados a nivel evolutivo,
básicamente diseñado para ser el refugio
de la cognición, el pensamiento de alto
nivel y para los procesos de planeación a
largo plazo) también se encarga de
regular la agresión y los impulsos
violentos cuando las señales
neurocerebrales que van desde el tálamo a
la amígdala se desvían hacia él para
generar procesos relacionados con la
racionalidad, la lógica, la ética, la moral y
la conciencia humana.
6. Influencias en el
aprendizaje
La emociones desagradables como, la ira, tema central, desvían la atención
hacia sus propias operacione, por lo cual interfiere en la concentración, según
plantea el autor Msc. Gerardo Casas Fernández, en su trabajo sobre «el
aprendizaje y las Emociones. «Cuando las emociones entorpecen la concentración
lo que ocurre es que se paraliza la capacidad mental cognitiva que los científicos
llaman “memoria activa”, la capacidad de retener en la mente toda la
información que atañe a la tarea que estamos realizando».
Dicha memoria activa es una función ejecutiva, que hace posible todos los
otros esfuerzos intelectuales, desde pronunciar una frase hasta de desempeñar una
compleja proposición lógica, y quien se encarga de ejecutarla es la corteza
prefrontal, al igual que el recuerdo, y el punto en el que se unen las sensaciones y
emociones.
Se explica que cuando el circuito límbico, que converge en la corteza
prefrontal, se encuentra sometido por la rabiay otras emociones fuertes y
incómodas, queda afectada la eficacia de los mecanismos de la memoria activa:
impidiendo pensar con enfoque y concentración.
7. Modificaciones y
tolerancia
En ocasiones la ira y la frustración
son causadas por problemas reales e
ineludibles de nuestras vidas, son
respuestas naturales. También aumenta
la frustración la falsa creencia de que
todo problema tiene una solución,
cuando descubrimos que este no es el
caso, resulta más adaptativo dejar de
centrarse en la búsqueda de la solución
y buscar las estrategias para manejar y
enfrentar el problema.
Se trata de hacer un plan y controlar
su evolución a lo largo del proceso, no
tanto de encontrar salidas inmediatas al
problema evitando creencias del tipo
“todo o nada”
8. Trastornos comunes
Son muy numerosas las consecuencias nocivas de las explosiones
de ira. Uno de los costes más frecuentes es el daño que causa a las
relaciones personales, y precisamente a las relaciones que tienen más
valor para la persona como son la familia y los amigos. Además, la ira
puede afectar a la vida laboral, no sólo en cuanto que afecta a las
relaciones personales con los compañeros, jefes, clientes o
empleados, sino también porque puede bloquear a la persona y limitar
su capacidad para tomar decisiones o realizar un buen trabajo. Por
último, "la ira fomenta la ira" y puede provocar una respuesta
agresiva por parte de los demás, lo cual, puede agravar en gran
medida la situación. Por otro lado, la persona puede llegar a perder el
control, o ocasionar un accidente (al enfurece con un conductor que
acaba de adelantarle a gran velocidad y emprende una carrera alocada
para "darle una lección"), o sobrellevar problemas con las autoridades
y/o de tipo legal (por ejemplo, en el caso de agresiones físicas).
9. Trastorno
explosivo
intermitente
El trastorno explosivo
intermitente implica episodios
repetidos de comportamiento
impulsivo, agresivo y violento o
explosiones verbales enojadas en
las que el afectado reacciona
bruscamente y de manera
desproporcionada a la situación.
Los síntomas
Las personas con trastorno explosivo intermitente pueden
agredir a otras personas o dañar sus posesiones, causando
lesiones corporales y daños a la propiedad.
Las erupciones explosivas, por lo general duran menos de
treinta minutos y pueden ocurrir en grupos o estar separados
por semanas o meses.
Entre explosiones explosivas, la persona puede estar
irritable, impulsiva, agresiva o enojada.
Los episodios agresivos pueden ir antecedidos o
acompañados por:
• Irritabilidad
• Aumento de la energía
• Saña
• Pensamientos agresivos
• Hormigueo
• Temblores
• Palpitaciones
• Opresión en el pecho
• Sensación de presión en la cabeza
• Depresión, cansancio o alivio son reacciones mentales
que pueden acontecer tras el episodio
Las conductas agresivas, el
abuso doméstico, tirar o
romper objetos, o bien otros
signos de pataletas pueden ser
síntomas de trastorno
explosivo intermitente
10. Trastorno explosivo
intermitente. Causas
La causa precisa del trastorno explosivo intermitente es desconocida, pero el trastorno
es probablemente causado por un número de factores ambientales y biológicos.
• Medio Ambiente. La mayoría de las personas con este trastorno creció en familias en
las que el abuso verbal y físico son comunes.
• La exposición a este tipo de violencia a una edad temprana aumenta la probabilidad de
que estos niños tengan exactamente las mismas características al crecer.
• Genética. Puede haber un componente genético, provocando un trastorno que se
transmite de padres a hijos.
• La química del cerebro. Tal vez hay diferencias en la serotonina, un mensajero químico
importante en el cerebro que se encuentra en mayor proporciónen las personas con
trastorno explosivo intermitente.
Las personas con otras enfermedades mentales (como trastornos del estado de ánimo,
ansiedad o personalidad) o ciertas enfermedades (como la enfermedad de Parkinson o la
lesión cerebral traumática) pueden mostrar un comportamiento agresivo.
Sin embargo, serían diagnosticadas con trastorno explosivo intermitente, pues la causa
se halla en otros factores.
11. Trastorno explosivo
intermitente.
Factores de Riesgo
Algunos factores que aumentan el riesgo de
trastorno explosivo intermitente son:
• Historia de abuso de substancias. Las personas
que abusan o han abusado de las drogas o el
alcohol presentan un mayor riesgo de trastorno
explosivo intermitente.
• Historia de abuso físico. Las personas que
fueron abusadas cuando eran pequeñas o han
vivido múltiples eventos traumáticos presentan
un mayor riesgo de ser afectadas por el
trastorno explosivo intermitente.
• Edad. El desarrollo de trastorno explosivo
intermitente es más común en las personas en
su adolescencia y los veinte años.
• Ser hombre. Los hombres son más propensos
que las mujeres a tener trastorno explosivo
intermitente.
Complicaciones
Las personas con trastorno explosivo intermitente presentan
mayor riesgo de:
• La autolesión. No siempre y en toda circunstancia dirigen
su ira a los demás. Presentan un riesgo significativamente
mayor de dañarse a sí mismas, sea por lesión deliberada o
por intento de suicidio.
• Las que, además, son adictas a las drogas o tienen otro
trastorno mental grave, como la depresión, se hallan en
riesgo de hacerse daño a sí mismas.
• El deterioro de las relaciones interpersonales. A menudo,
estas personas son percibidas por otros como estar
siempre y en todo momento enojadas. Esto puede
conducir a problemas de pareja, divorcio y tensiones
familiares.
• Problemas en el trabajo, en casa o en la escuela. Otras
complicaciones del trastorno explosivo intermitente
pueden incluir la pérdida de empleo, suspensión en la
escuela, accidentes de tráfico, problemas financieros o
problemas con la ley.
12. Trastorno explosivo
intermitente. Diagnóstico
Es crucial consultar a un médico para determinar el diagnóstico de trastorno explosivo intermitente y
descartar otras condiciones que podrían ocasionar sus síntomas:
El examen físico. Su médico va a tratar de descartar problemas físicos que podrían ocasionar sus síntomas.
El examen puede incluir pruebas de laboratorio.
Evaluación psicológica. Un médico o proveedor de salud mental hablará con usted sobre sus síntomas,
pensamientos, sentimientos y comportamientos. Se le puede solicitar que llene un cuestionario para ayudar a
responder estas preguntas.
Para ser diagnosticado con trastorno explosivo intermitente, su médico le va a preguntar sobre su
comportamiento para poder ver si cumple con los criterios establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales (DSM), publicado por la Asociación Americana de Siquiatría.
Este manual es el utilizado por los proveedores de salud mental para diagnosticar condiciones mentales y por
las compañías de seguros para reembolsar para el tratamiento.
DSM incluye:
Varios incidentes causados por no poder resistir los impulsos agresivos que llevaron a la destrucción
deliberada de la propiedad o asalto a otra persona.
Un grado de agresividad a lo largo del accidente que está completamente fuera de proporción con el evento
que desencadenó el comportamiento.
Episodios agresivos que no se contabilizan por otro trastorno mental y no se debe a los efectos de una droga
o una condición médica.
Otras condiciones que han de ser excluidas antes que un diagnóstico de trastorno explosivo intermitente
incluyen otros trastornos mentales o problemas de uso de substancias.
13. Tratamiento a reacciones
iracundas
Ningún tratamiento es completamente efectivo para todas las personas con trastorno explosivo
intermitente. Existe un tratamiento general que incluye psicoterapia y medicación.
Psicoterapia
Las sesiones de terapia individual o grupal pueden ser útiles. Un tipo de terapia, la terapia cognitivo-
conductual, sirve para ayudar a las personas con trastorno explosivo intermitente a identificar condiciones
o prácticas que pueden provocar una respuesta beligerante.
Más importante todavía, este tipo de terapia enseña a las personas a controlar la ira y las respuestas
inapropiadas a través del uso de técnicas semejantes (técnicas de relajación, meditar diferente sobre
situaciones (reestructuración cognitiva) y la capacidad de aprendizaje).
Medicación
Los diferentes tipos de medicamentos pueden ayudar en el tratamiento de trastorno explosivo
intermitente. Estos medicamentos incluyen:
• Los antidepresivos como la fluoxetina.
• Los anticonvulsivos, como carbamazepina, oxcarbazepina, fenitoína, topiramato y la lamotrigina.
• Los agentes anti-ansiedad en la familia de las benzodiazepinas, como el lorazepam y el clonazepam.
• Estabilizadores del estado de ánimo como el litio.
14. Bibliografía:
• Casas, G. (2017). EL APRENDIZAJE Y LAS EMOCIONES. [ebook] p.1.
Disponible
en:https://view.officeapps.live.com/op/view.aspx?src=http://www.binass
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• Montejano, S. (2013). Psicologia de las emociones: La ira. [online]
PsicoGlobal. Disponible
en:http://www.psicoglobal.com/blog/psicologia-emocion-ira
[Consultado:6 Jul. 2017].
• Psicología, P. (2017). [online] Previ. Psicología. Disponible
en:http://www.previsl.com/ver/149/ataques-de-ira.html/ [Consultado:8
Jul. 2017].
• GuíaPsicología.com. (2017). Trastorno explosivo intermitente. Síntomas,
tratamiento y complicaciones. [online] Disponible
en:http://guiapsicologia.com/trastorno-explosivo-intermitente/
[Consultado:8 Jul. 2017].