Conceptualización de la ira, angustia y ansiedad; mecanismos fisiológicos y procesos bioquímicos, fases de la ira, efectos perjudiciales y beneficiosos, factores que la determinan, funciones adaptativas, expresión y control de la ira, crisis de angustia, manejo de la ira en niños, influencia de la ira en el aprendizaje, trastornos de la ira, angustia y ansiedad, tratamientos...
1. Universidad de Yacambú
Facultad de Humanidades
Psicología
Fisiología y Conducta
MsC. José Ontiveros
C.I. v. 15.739.934
Cabudare, julio de 2017
PSICOFISIOLOGÍA DE LA IRA, ANGUSTIA Y ANSIEDAD
2. La ira se puede entender como una respuesta
emocional caracterizada por una alta activación a nivel
simpático, vinculada a una estructura cognitiva de daño
y atribucionalidad externa para el mismo, que favorece
conductas de ataque pero ante la que el individuo puede
poner en marcha distintas estrategias de afrontamiento
que le permitan controlar su expresión y su experiencia.
En otras palabras, la ira es una emoción que se origina a
partir de las dificultades a que se ven enfrentadas las
metas de los individuos, dificultades que
desencadenarían en resultados frustrantes que
provocarían a su vez un efecto colateral en el propio
sujeto y en la relación que establece con su entorno;
esta emoción movilizaría al sujeto a enfrentar los
obstáculos y a mostrar a los demás que resulta
inapropiado el ataque con conductas agresivas.
De acuerdo a Smith, 1994 (citado en Pérez, Redondo y León, 2008) la ira,
cómo emoción sólo motivaría tendencias o impulsos hacia conductas
agresivas, conductas que bien podrían estar dirigidas a otros o hacia si
mismo.
LA IRA. CONCEPTO
3. La angustia no ha de confundirse con el miedo o
temor. Es la emoción propia de las situaciones de
conflicto: apetencia – aversión, aversión – aversión y
apetencia y apetencia. Es máxima en los momentos en
que apetencia y aversión están en equilibrio, situación
que en ocasiones, puede prolongarse durante semanas,
meses y años. Si el conflicto no encuentra solución, la
angustia se convierte en ansiedad neurótica. La
conducta se desorganiza entonces y la salud se
deteriora. La ansiedad es una señal de alerta (como lo es
el miedo); advierte del peligro inminente y permite a una
persona tomar medidas contra la amenaza. En otras
palabras, la diferencia básica está en que la angustia,
por un lado nos paraliza, mientras que la idea de la
ansiedad es impulsarnos a la acción (respuesta de huir
o luchar).
Los conflictos por apetencia – aversión se presentan cuando una
meta es atractiva y repulsiva a la vez. Un individuo desea tener un
automóvil pero, a la vez, tiene miedo de conducir; es un ejemplo
clásico. Los conflictos de aversión – aversión consiste en que el
sujeto se ve enfrentado a dos metas igualmente repelentes: se tiene
dolor de muelas; hay dos opciones, o seguir soportando el dolor, o
sentarse en la silla del dentista. Y los conflictos de apetencia –
apetencia sucede cuando dos motivaciones se disputan: «comer
pescado o comer chuletas».
ANGUSTIA VS. ANSIEDAD
4. Toda la información sensorial como la IRA,
ANGUSTIA Y ANSIEDAD es conducida desde los
sentidos a la corteza cerebral, pasando por una
estación intermedia, situada en el tronco cerebral,
el tálamo. El tálamo está conectado con una de las
estructura fundamentales del cerebro emocional,
la amígdala, que se encarga entre otras importantes
funciones emocionales de escudriñar las
percepciones en busca de alguna clase de amenaza,
activa la secreción de noradrenalina, hormona
responsable del estado de alerta cerebral. Ambas
están relacionadas por una vía nerviosa rápida, de una
sola sinapsis, lo que posibilita que la amígdala
responda a la información antes de que lo haga el
neocortex y que explica el dominio que las emociones
pueden ejercer sobre nuestra voluntad y los
fenómenos de secuestro emocional. Una tercera
estructura implicada es el hipocampo, encargada de
proporcionar una aguda memoria del contexto, los
hechos puros, mientras la amígdala se encarga de
registrar el clima emocional que los acompaña.
Por su parte, el lóbulo prefrontal constituye una
especie de modulador de las respuestas de la
amígdala y el sistema límbico que desconecta los
impulsos emocionales más negativos a través de sus
conexiones con la amígdala, es el responsable de la
comprensión de que algo merece una respuesta
emocional, ejemplo el enfado por lo que nos han
dicho, además controla la memoria de trabajo, por lo
que la perturbación emocional obstaculiza las
facultades intelectuales y dificulta la capacidad de
aprender.
MECANISMOS FISIOLÓGICOS DE LA IRA, ANGUSTIA Y ANSIEDAD: LOCALIZACIÓN
CEREBRAL
5. La respuesta fisiológica se caracteriza por un
incremento de la frecuencia cardiaca y la
tensión arterial sistólica, además de un
aumento de la resistencia vascular periférica,
de modo que la tensión arterial diastólica sube
(al contrario de lo que sucede con el miedo). En
el sistema neuroendocrino, el efecto de la ira y
de la agresión ofensiva (en humanos y en
primates no humanos) supone unos niveles
altos de testosterona (hormona vinculada a la
conducta agresiva y dominante), así como
niveles bajos de cortisol. Ya en el sistema
nervioso central, destaca la actividad cerebral
asimétrica de los lóbulos frontales que se
produce cuando experimentamos emociones…
RESPUESTAS FISIOLÓGICAS Y BASES BIOQUÍMICAS DE LA IRA
6. RESPUESTAS PSICOFISIOLÓGICAS Y CONDUCTUALES DE LA ANGUSTIA Y ANSIEDAD
La angustia suele manifestar internamente en el sujeto preocupaciones y temores excesivos; imaginación
de escenarios catastróficos, depresión y regresión; fisiológicamente se observa dolor de espalda, dolor en el
pecho, estreñimiento o diarrea, resequedad en la boca, cansancio excesivo, dolores de cabeza, presión
arterial elevada, insomnio, mareos, palpitaciones, problemas sexuales, sensación de falta de aire, tensión en
el cuello, sudoración, malestar estomacal, aumentos o pérdidas de peso significativas, malestares y dolores
generalizados; conductualmente, evitación de situaciones temidas y dificultades para dormir.
Por su parte, la ansiedad se manifiesta como un estado de excitación e hiperactividad y por
perturbaciones fisiológicas; incluye aspectos de activación del sistema nervioso autónomo tanto en cambios
externos (sudoración, dilatación pupilar, temblor, incremento de la tensión muscular, palidez facial…) como
internos (taquicardia, aumento de la presión arterial, disminución de la salivación o aumento del ritmo
respiratorio). Algunas de estas respuestas pueden ser controladas por el sujeto, mientras que otras son
involuntarias y difícilmente controlables. El sujeto ansioso puede manifestar experiencias internas como el
miedo, el pánico, la alarma, la inquietud, la preocupación, la aprensión ansiosa, las ideas obsesivas, las
intrusiones... La ansiedad es una característica de la personalidad fóbica. La persona ansiosa huye para
adelante, se anticipa, se apura, necesita terminar rápido lo que está haciendo, atropella, porque desea
deshacerse principalmente de este estado de desequilibrio nervioso que es lo que más le molesta. El estado
de ansiedad no permite la concentración y disminuye la atención, por lo que puede convertirse en un factor
determinante de accidentes. La ansiedad produce stress cuando colapsa la capacidad de tolerancia de las
excitaciones tanto internas como externas.
7. Las emociones como la IRA frecuentemente se
acompañan de reacciones somáticas, cómo: las
alteraciones en la circulación, los cambios
respiratorios, las secreciones glandulares… El
Sistema Nervioso Autónomo es el encargado de
regular los aspectos fisiológicos de las emociones ya
que “acelera y desacelera” los órganos a través del
sistema simpático y parasimpático. La corteza
cerebral puede ejercer una gran influencia inhibitoria
de las reacciones fisiológicas. La amígdala está
considerada como una estructura esencial para el
procesamiento emocional de las señales sensoriales,
ya que recibe proyecciones de todas las áreas de
asociación sensorial. También recibe aferencias
talámicas. Por tanto, este conjunto de proyecciones,
tanto talámicas como corticales hacia la amígdala es
lo que posibilita que se dote de un significado afectivo
a los distintos estímulos captados por la
sensopercepción.
El hipotálamo constituye la estructura responsable
de los cambios vegetativos que acompañan a la
emoción. Toda la información de las emociones se
almacena como fenómeno declarativo (información que
se puede evocar) lo que, obviamente, relaciona el
hipocampo con la emoción. Nosotros no tenemos
acceso consciente a la memoria emocional, pero sí a la
conducta que expresamos en una emoción y a los
“sentimientos” que tenemos en la misma. La emoción
ejerce una influencia muy significativa en la memoria
declarativa.
LO QUE DEBES SABER SOBRE LOS MECANISMOS FISIOLÓGICOS DE LA IRA, ANSIEDAD Y
ANGUSTIA
8. FASES DE LA IRA
• La firmeza. El sujeto adopta una actitud opositora; el
flujo de sus reacciones emocionales se detiene,
toda la capacidad reaccional se hace más firma,
menos elástica.
• La fase de la indignación. El sujeto hace más
consciente su vulnerada integridad y adopta una
actitud preparatoria a la lucha.
• Fase de la rebelión. La integración de las energías
emocionales contra la acción vulnerante del medio.
Esta integración alcanza en la fase agresiva su
desarrollo pleno de modo activo, orientando sus
fuerzas a la destrucción del objeto provocador.
• Fase de la rabia. Es una etapa en que los impulsos
agresivos se nos ofrecen de modo desorganizado,
y que al alcanzar un difusión generalizada, hacen
presa al Yo de sus descaras y adquiere el dominio
de la conciencia y conducta del sujeto.
• Fase furia. La descomposición total de la
organización neuromuscular es tal, que el sujeto
es víctima de una verdadera explosión cinética.
9. EFECTOS NEGATIVOS DE LA IRA
EFECTOS PSICOLÓGICOS
. Puede desorganizar nuestra manera de pensar y
nuestras acciones. Cuando estamos bajo la influencia de
la ira tendemos a actuar impulsivamente, nos cuesta
pensar con claridad y por tanto no somos capaces de ver
la repercusión de nuestro comportamiento.
. A veces en sus distintas fases la ira puede provocar el
deseo de irritar, dañar o destruir, depresión; según la
cantidad de dolor que esté sufriendo el sujeto.
. Ceder a la ira puede ser una forma de proteger nuestro
orgullo, a veces es más fácil sentir ira que sentirnos
heridos y ser conscientes de nuestra vulnerabilidad. De
este modo, la ira dificulta reconocer nuestros propios
sentimientos.
. Trasmite una impresión negativa a los demás. Los
demás pueden evitarnos, nuestras relaciones personales
se resienten y por tanto nos sentimos aislados.
. Alto displacer y síntoma habitual de los episodios
afectivos.
EFECTOS FISIOLÓGICOS
. Compromete la salud: la ira puede producir hipertensión
o causar desde dolores crónicos o una trombosis de la
coronaria (ataque al corazón); el sistema gastrointestinal
se afecta y la persona puede experimentar dificultades
para tragar, náuseas o vómitos, úlceras gástricas,
estreñimiento o diarrea. También pueden presentarse
problemas respiratorios como el asma. De hecho, la ira
reprimida es una de las principales causas de la
glaucoma. Las personas iracundas sufren más
accidentes. Aún cuando la causa de la enfermedad sea
orgánica, la ira puede agravarla. Las enfermedades se
hacen más serias en las personas debido al odio, los
resentimientos, los temores y cuando ellas se niegan a
perdonar.
. Exige al organismo un esfuerzo excesivo, una tensión
que puede, en casos graves, provocar la muerte (infartos,
derrame cerebral, paro respiratorio…).
La ira aunque tiene una función claramente adaptativa, en la actualidad su exceso de frecuencia y/o
intensidad acarrea importantes problemas de salud y mental…
10. EFECTOS BENEFICIOSOS DE LA IRA
EFECTOS PSICOLÓGICOS
. La ira nos provee de fuerza para acometer tareas
que nos resultan difíciles. Nos ayuda a defender
nuestros derechos y puntos de vista ante los
demás.
. Nos ayuda a resolver conflictos.
. Expresar la ira de forma adecuada hace que
nuestros sentimientos negativos se desvanezcan.
. Nos proporciona información sobre situaciones y
personas.
. La ira como señal de alarma nos informa de
situaciones injustas, amenazantes y frustrantes, y
por tanto nos ayuda a buscar planes alternativos de
acción para gestionar estas situaciones.
EFECTOS FISIOLÓGICOS
. Supone un esfuerzo del organismo para la defensa
cuando es necesario.
. Prepara al organismo para adaptarse al medio.
11. FACTORES QUE DETERMINAN LA IRA
La ira es un proceso complejo que integra
aspectos innatos y sociales, que determinan
diferencias grupales y culturales, pero también
individuales en cuanto a la experiencia y expresión
de ira. La ira es una emoción con alto contenido
social. Esta emoción podría concebirse como un
guion que se construye a nivel social, y se refuerza
y mantiene conductualmente, como tal, tiene un
papel y función en las interrelaciones sociales. La
ira es una emoción aprendida fundamentalmente a
través de la observación de nuestros modelos de
familia, en el colegio o en el grupo de iguales, y
aunque se experimente internamente y se exprese
púbicamente, estaría muy mediatizada por factores
culturales y sociales, vinculados a múltiples
aspectos como la edad, el sexo, el status…
En definitiva, la ira sería un guion organizado que,
sí efectivamente tendría unas bases innatas, pero
que, en su mayoría se aprendería, por observación
de modelos a lo largo de procesos de socialización
en el marco del contexto sociocultural al que
pertenecemos.
Leyes, normas sociales, y sentido común ponen
límites al alcance de nuestra ira.
12. La auto-protección hace referencia tanto a la
protección y defensa de la integridad propia, como a la
protección de la descendencia y los bienes o
posesiones. En el ser humano, también hace referencia
a la protección de las creencias, los juicios y los
valores. Respecto a las funciones de regulación interna
y de comunicación social, la emoción de ira puede ser
considerada como un elemento básico de la vida
afectiva, como algo imprescindible para entender la
supervivencia humana. Así pues, desde un punto de
vista fisiológico, la ira prepara al organismo para iniciar
y mantener intensos niveles de activación focalizada y
dirigida a una meta u objetivo. Y, desde un punto de
vista psicológico, la ira se relaciona con la auto-
protección, así como con las tendencias de acción y con
la aparición de eventuales formas de conducta de
agresión.
Las principales funciones de la ira están
relacionadas con la auto-protección, la
regulación interna y la comunicación
social.
De esta forma, se puede decir que, por un lado la ira es
la emoción potencialmente más peligrosa, puesto que su
propósito funcional es el de «destruir» las posibles
barreras del ambiente (Plutchik, 1980); sin embargo, por
otro lado, se puede decir que la ira resulta altamente
beneficiosa, puesto que energetiza los intentos de
recuperar el control perdido sobre el ambiente. Desde una
perspectiva evolutiva, la ira moviliza la energía hacia la
auto-protección, una defensa caracterizada por el vigor, la
fuerza y la resistencia.
FUNCIONES ADAPTATIVAS DE LA IRA
13. LO QUE DEBES SABER SOBRE CÓMO CONTROLAR LA IRA
Busca la causa de tu enfado y exprésalo de manera
adecuada.
Aprender a identificar que te molesta es la primera
acción a tener en cuenta cuando estás enfadados.
Una vez reconocida la causa es positivo expresarla
de manera eficaz utilizando argumentos honestos y
sinceros, en vez de amenazas o insultos.
Trabaja la empatía. La hostilidad se genera por la
interpretación de las situaciones. Es necesario
ponerse en la piel del otro para entender la situación
de forma objetiva para poder evaluar la situación
desde otra perspectiva.
Practica el respeto. Nuestras reacciones de ira
vienen dadas por la percepción de falta de respeto.
Exigir respeto hacia uno mismo no es incompatible
con respetar a los demás.
14. LO QUE DEBES SABER SOBRE CÓMO CONTROLAR LA IRA
No ceder al resentimiento. Si tienes ira sin resolver,
cualquier pequeño inconveniente, puede hacer que
estalles en ira. Por lo que es fundamental resolver
problemas del pasado para que no estén presentes en
tu día a día.
Practica técnicas de relajación. Ya sea respiración,
meditación, pasear, pintar, escuchar música o
cualquier actividad, que te ayude a desviar tu atención
de los pensamientos que alimentan la ira.
Poner distancia. Si notas que tu ira va en aumento, es
positivo poner distancia con la situación, ya sea
abandonando el lugar donde estás o tomarte un
momento para "contar hasta 10" y relajarte. Esto te
ayudará a calmarte, a ver las cosas desde otra
perspectiva más realista y por tanto a buscar
soluciones positivas a la situación.
15. EXPRESAR Y CONTROLAR LA IRA
La gente utiliza una gran variedad de procesos
conscientes e inconscientes para ocuparse de sus
sensaciones de ira. Los tres principales son:
expresarla, suprimirla y calmarse. Expresar los
sentimientos de enfado de un modo asertivo, no
agresivo, es la manera más sana. El ser asertivo no
significa arremeter contra los demás o exigir;
significa ser respetuoso con uno mismo y los demás.
Otro modo de afrontar la ira consiste en suprimirla
para luego transformarla o redirigirla. Esto sucede
cuando se reprime la rabia, se deja de pensar en ella
y el sujeto se centra en algo positivo que hacer. El
objetivo es inhibir o suprimir la ira y convertirla en un
comportamiento más constructivo. El peligro con
este tipo de respuesta es que si se inhibe la
expresión exterior de la ira, puede volverse hacia el
interior , provocando hipertensión o depresión u
otros tipos de problemas físicos o psicológicos.
La manera instintiva y natural de expresar ira es
responder agresivamente. La ira es una respuesta
natural y adaptativa ante las amenazas, inspira
emociones y comportamientos poderos y a
menudo agresivos que nos permiten luchar y
defendernos cuando somos atacados. Cierta
cantidad de ira, por lo tanto, es necesaria para
nuestra supervivencia.
16. EXPRESAR Y CONTROLAR LA IRA
La ira no expresada puede crear otros problemas.
Por ejemplo, puede dar lugar a expresiones
patológicas de la ira tales como comportamiento
pasivo-agresivo (vengarse indirectamente, sin decir
claramente el motivo, en vez de enfrentarse
directamente a la persona), o una actitud cínica y
hostil permanente. Las personas que están
constantemente rebajando a otras, criticando todo, y
haciendo comentarios cínicos no ha aprendido cómo
expresar su enfado de un modo constructivo. No es
extraño que estas personas no suelan tener mucho
éxito en sus relaciones.
Otra estrategia consiste en calmarse. Esto
significa no sólo controlar el comportamiento
exterior, sin también controlar las respuestas
internas, tomando medidas para bajar el ritmo
cardíaco, tranquilizarse, y dejar que la ira vaya
pasando.
17. TRASTORNOS DE IRA
. EL TRASTORNO EXPLOSIVO INTERMITENTE
(ABREVIADO TEI) es un trastorno del
comportamiento caracterizado por expresiones
extremas de enfado, a menud hasta el punto de
rabia incontrolada, que son desproporcionadas
respecto a las circunstancias en que se producen.
Los episodios explosivos que presentan este tipo
de pacientes pueden asociarse a síntomas de tipo
afectivo, como irritabilidad, rabia, aumento de
energía o pensamientos acelerados. Además,
algunos individuos refieren que sus episodios
agresivos están acompañados por síntomas físicos
como cosquilleo, temblor, palpitaciones, opresión
torácica, presión de la cabeza o sensación de
percibir un eco.
Del mismo modo, durante los episodios explosivos
pueden observarse signos de impulsividad o
agresividad generalizada, y los actos que se llevan a
cabo pueden ocasionar lesiones corporales graves a
otras personas o daños materiales.
18. TRASTORNOS DE IRA
Estos episodios de los que estamos hablando
todo el rato suelen ser muy breves, y pueden durar
entre 20 y 40 segundos. Así mismo, pueden
aparecer de forma recurrente o de forma más
esporádica, presentando episodios cada varias
semanas o meses.
Una vez ha ocurrido el episodio, el individuo
puede sentir o bien una sensación de alivio o bien
sentimientos negativos de culpa y estados
depresivos. El tratamiento puede conllevar una
mezcla de terapia cognitivo-conductual y
tratamiento farmacológico. La terapia puede ayudar
al paciente a reconocer los impulsos para facilitar la
adquisición de un mayor nivel de conciencia y
control de los accesos de ira, así como a tratar el
estrés emocional que acompaña estos episodios.
Se sostiene que ser expuesto a escenas de violencia
habitual durante la infancia y la adolescencia
aumentan las probabilidades de mostrar ciertos rasgos
de este trastorno en edades tempranas y acabar
manifestando un trastorno explosivo intermitente
durante la adolescencia.
19. TRASTORNOS DE IRA
TRASTORNOS DE COMPORTAMIENTO
DESTRUCTIVO. Se encuentran entre los más fáciles de
identificar entre todas las condiciones coexistentes pues
involucran comportamientos que se detectan fácilmente
como rabietas, agresión física como atacar a otros niños,
discusiones excesivas, robar y otras formas de desafío y
resistencia a la autoridad. Estos trastornos, que incluyen
trastorno oposicionista desafiante (TOD) y trastornos de
conducta (TC), con frecuencia atraen primero la atención
cuando interfieren con el rendimiento escolar o con las
relaciones familiares y con sus compañeros y
frecuentemente se intensifican con el tiempo. Los
comportamientos típicos del trastorno de
comportamiento destructivo pueden parecerse al
trastorno de hiperactividad y déficit de atención (TDAH),
particularmente cuando involucran impulsividad e
hiperactividad, pero TDAH, TOD y TC se consideran
condiciones separadas que pueden ocurrir de manera
independiente.
20. TRASTORNOS DE IRA
TRASTORNO DE LA CONDUCTA. Es una condición
más extrema que el TOD. Definido en DSM-IV como “un
patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el
que los derechos básicos de los demás o las reglas
sociales principales relacionadas con la edad se
transgreden”, el TC puede involucrar agresión severa a
las personas o lastimar animales, destrucción
deliberada de la propiedad (vandalismo), robar,
escaparse de casa, faltar a la escuela o de otra manera
intentar romper las reglas principales de la sociedad
sin que lo atrapen. Los niños con TDAH cuyos
síntomas de TC comenzaron a temprana edad también
tienden a desempeñarse en forma más deficiente en la
adultez que los que solo tienen TDAH o TDAH con TOD,
particularmente en las áreas de delincuencia,
comportamientos ilegales y abuso de sustancias.
Los niños con TDAH y trastornos de comportamiento
agresivo con frecuencia se benefician de técnicas
especiales del comportamiento que se pueden
implementar en el hogar y en la escuela. Estas estrategias
usualmente incluyen métodos para enseñar a su niño a
estar más consciente de sus propias señales de ira,
utilizar estas señales como indicadores para iniciar varias
estrategias para manejarla (“respirar profundo cinco veces
y pensar las tres mejores opciones para responder antes
de atacar a la maestra”) y proporcionarse refuerzo positivo
(decirse, “¡buen trabajo, entendiste la señal y usaste tus
estrategias!”) para tener un auto control exitoso.
Asimismo, existe cada vez más evidencia de que los
mismos medicamentos estimulantes que mejoran los
síntomas principales de TDAH también pueden ayudar con
TOD y TC coexistentes. Se ha demostrado que los
estimulantes ayudan a disminuir la agresión verbal y
física, interacciones negativas con los compañeros, el
robo y el vandalismo.
21. CONTROL DE LA IRA EN NIÑOS
Cuando tu niño manifiesta expresiones de ira tales
como gritar, pegar o romper cosas, lo más habitual es
decirle: “No grites”, “No pegues”… Pero hay que
pensar que la partícula “no” es una negación, y con
ella pretendemos la paralización de la conducta, pero
insistiendo en el “no”, no ayudaremos a nuestros hijos
a saber qué hacer. Por lo tanto, es fundamental seguir
una estrategia diferente:
1- Mantener el control. Es muy importante que los
padres sean capaces de controlarse, ya que los niños
imitan lo que ven.
2- Observar a tu hijo, investigar y reflexionar sobre su
comportamiento para saber qué está pasando. Es
frecuente etiquetar comportamientos de los niños sin
tener en cuenta factores como si están enfermos,
cansados y, por supuesto, sin valorar el tipo de
comportamiento. No es lo mismo que entre en casa
dando un portazo y gritando, a que esté insultando a su
hermana porque le ha roto algo. Observar implica ver
qué hace y por qué lo hace.
3- Reflexionar con él sobre las causas de su enfado. En el
momento que el niño establece una relación directa entre
motivos y conductas, comienza a analizar las situaciones
de una forma más eficaz y aprende a responder también
de un modo más adaptativo.
4- Enseñarle las conductas adecuadas que le permitirán
prevenir, canalizar y no utilizar la agresión verbal o física.
Si observas que cuando tu hijo quiere algo va a otro niño y
se lo quita sin más, o le pega, debes ayudarle a utilizar
otros comportamientos.
5- Insistir en que utilice el lenguaje. Es muy importante
que utilice la palabra para expresar su ira. El hecho de que
diga “Estoy enfadado” implica que ha identificado la
emoción, un primer paso para expresarla adecuadamente.
6- Medir la información que damos al niño sobre su
comportamiento. Hay que evitar expresiones como “eres
malo por pegar a Luis”, “cuando te pones así eres
insoportable”.
22. CONTROL DE LA IRA EN NIÑOS
7- Ser justo con él. En ocasiones, estarás tan enfadado
que te resultará imposible no gritarle o decirle algo
incorrecto. Si después, una vez calmado, reflexionas y
le pides perdón por el comportamiento erróneo, verá
que reconocer el error no nos hace peores y que es
algo que debe hacerse cuando uno se equivoca. No por
ello perderás autoridad, sino que ganarás su respeto.
8-Fomentar una autoestima positiva. Una de las
variables más significativas para la adaptación social y
el éxito en la vida es tener una autoestima positiva, es
decir, saberse y sentirse competente en diferentes
aspectos. La autoestima negativa es muy frecuente en
los niños que siempre están siendo regañados por su
mal comportamiento, lo que les genera a su vez ira y
les lleva a exacerbar sus malas actitudes. Lo que los
demás piensan sobre ellos les lleva a construirse una
imagen de sí mismos que les obliga a comportarse de
la forma que se espera de ellos, proyectándola en
todos los planos de su vida.
23. INFLUENCIA DE LA IRA, ANGUSTIA Y ANSIEDAD EN EL APRENDIZAJE
La ira, angustia y ansiedad son procesos
psicológicos adaptativos que tienen la finalidad de
reclutar y coordinar el resto de los procesos
psicológicos cuando determinadas condiciones o
situaciones exigen una respuesta rápida y efectiva
para ajustarse a los cambios producidos en el medio
ambiente. Así pues, estas emociones cargan de
afecto la percepción, dirigen la atención, activan la
memoria, movilizan cambios fisiológicos, planifican
acciones y otras. La ira, angustia y ansiedad al igual
que todas las emociones influyen profundamente en
nuestras percepciones y procesos cognitivos,
también condicionan la forma en que cada ser
humano establece sus relaciones con los demás y
consigo mismo.
Goleman en 1995, desde su obra "La Inteligencia
Emocional" plantea que finalmente las emociones
son representativas en los procesos de enseñanza-
aprendizaje al interpretar implícitamente que los seres
humanos poseen dos mentes: la mente racional, que
es reflexiva, capaz de analizar y medir y aquella que
comprende de lo que el ser humano es consciente; y
la mente emocional, la cual considera es mucho más
rápida impulsiva, poderosa, ilógica, que se pone en
acción sin detenerse ni un instante a pensar en lo que
está haciendo.
24. INFLUENCIA DE LA IRA, LA ANGUSTIA Y ANSIEDAD EN EL APRENDIZAJE
La mente racional como la mente emocional
operan en armonía y cada cual tiene funciones
distintas que se coordinan para que el ser humano
tenga vida placentera, se entrelazan los
conocimientos como una guía, mientras que la
mente emocional alimenta e informa las operaciones
de la mente racional, esta última depura y veta la
energía de entrada de las emociones, con ello se
concluye que los sentimientos son esenciales para
el pensamiento y el pensamiento lo es para el
sentimiento. Es necesario que dentro del campo
educativo, los docentes conozcan, aprecien y
corrijan sus actuaciones en la práctica pedagógica y
que a su vez les sirva de estímulo reflexivo para
favorecer las situaciones de aprendizajes que se
establecen dentro de su planificación de forma
significativa.
25. CRISIS DE ANGUSTIA
Las crisis de angustia (o crisis de pánico) se
definen como aquellas entidades caracterizadas
por la aparición repentina y rápida
(habitualmente alcanza su máxima expresión en
menos de 10 minutos) de una sensación de
aprensión o malestar intensos, miedo o terror a
menudo asociada con sentimientos de
catástrofe inminente (sensaciones de muerte
inminente, de estar volviéndose loco o de estar
perdiendo el control) junto con una urgente
necesidad de huir de la situación, que aparecen
de forma paroxística (autolimitadas en el tiempo,
con una duración habitual de varios minutos o,
rara vez, de horas) y que se acompañan de una
serie de síntomas somáticos y cognitivos.
26. TRASTORNO DE ANGUSTIA
LA AGORAFOBIA se desarrolla sobre todo en relación
a la frecuencia de las crisis de angustia, aunque la
presencia de determinados síntomas (sobre todo los
mareos y la sensación de inestabilidad o desmayo), o de
algunos rasgos de personalidad pre mórbida, pueden
también influir en su génesis. Una consecuencia
frecuente de la repetición de las crisis es la
desmoralización, en relación a las dificultades para llevar
a cabo las tareas cotidianas. El trastorno de angustia
acostumbra a tener un curso crónico, aunque de
intensidad oscilante. El DSM-IV pide que haya al menos 2
crisis de angustia espontaneas y que además hayan
provocado unas consecuencias psicopatológicas
durante un periodo mínimo de 1 mes, consecuencias que
pueden ser tanto una preocupación constante sobre la
aparición de nuevas crisis, como una preocupación
sobre las consecuencias de las crisis, o bien un cambio
significativo en la conducta del sujeto.
27. TRATAMIENTOS A LAS CRISIS Y TRASTORNOS DE ANGUSTIA
Los problemas de angustia son muy frecuentes en nuestros días
y, sin lugar a dudas, el tratamiento más efectivo para solucionarlo
es acudir a terapia psicológica. Los psicólogos son profesionales
preparados para tratar este tipo de problemas, que pueden ayudar a
los pacientes a descubrir las causas subyacentes de sus
preocupaciones y temores; y pueden facilitarles ciertas
herramientas que les ayuden a relajarse y a mirar las situaciones
desde una nueva perspectiva. Asimismo, pueden ayudar a éstos a
desarrollar mejores habilidades de afrontamiento y resolución de
problemas. La terapia psicológica para los problemas de angustia
suele ser corta, pues los pacientes mejoran en 8 o 10 sesiones
terapéuticas. La terapia cognitivo conductual se ha mostrado muy
efectiva como modelo terapéutico en el tratamiento de los
trastornos de ansiedad, pero también son efectivas otros tipos de
psicoterapia como la terapia de aceptación y compromiso o la
terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT). En casos
extremos, el uso de fármacos puede ser una buena ayuda como
complemento del tratamiento psicológico, especialmente en
aquellas situaciones en las que es necesario reducir los síntomas
rápidamente, como por ejemplo, para tratar un trastorno de
angustia. Sin embargo, la administración de fármacos no debe ser
nunca la única opción terapéutica elegida, y siempre se inicia por
indicación médica.
28. TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA.
Es un trastorno mental en el cual una persona a
menudo está preocupada o ansiosa respecto a
muchas cosas y le parece difícil controlar esta
ansiedad. La causa del trastorno de ansiedad
generalizada (TAG) se desconoce. Es posible
que intervengan los genes. El estrés también
puede contribuir a la aparición del TAG. El
síntoma principal es la presencia frecuente de
preocupación o tensión durante al menos 6
meses, incluso cuando hay poca o ninguna
causa clara. Las preocupaciones parecen flotar
de un problema a otro. Los problemas pueden
involucrar la familia, las relaciones
interpersonales, el trabajo, el dinero y la salud.
29. EL TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL (TAS) hace
que la persona que lo padece evite situaciones
sociales. La persona teme actuar de una manera que
pueda resultar humillante o embarazosa.
EL TRASTORNO DE PÁNICO se caracteriza por
ataques repentinos de pánico asociados con un
marcado temor o nerviosismo. El trastorno de pánico
también puede incluir síntomas físicos como por
ejemplo sudoración, dolor, cefalea, náuseas,
palpitaciones o sequedad bucal.
EL TRASTORNO OBSESIVO–COMPULSIVO (TOC)
provoca pensamientos repetitivos, molestos e
indeseados que provocan temores no razonables
(obsesiones) asociados, por ejemplo, con la limpieza,
las secreciones orgánicas o la salud. Como
respuesta a estos temores, los pacientes pueden
realizar rituales especiales (compulsiones) como por
ejemplo lavar, limpiar o bañarse de forma
persistente; comprobar constantemente o seguir una
dieta estricta.
Los trastornos de ansiedad afectan a hombres y mujeres de todo el mundo,
pero la carga de la enfermedad es mayor entre las mujeres que entre los
hombres.
30. La psicoterapia o las medicinas por sí mismas
pueden ser útiles. A veces, una combinación de
estas puede funcionar mejor. El objetivo del
tratamiento es ayudarlo a sentirse mejor y
desempeñarse bien durante la vida diaria. Ciertas
medicinas, generalmente usadas para tratar la
depresión, pueden ser útiles para este trastorno.
Funcionan previniendo los síntomas o haciéndolos
menos graves. Se debe tomar estas medicinas todos
los días. Asimismo, muchos tipos de psicoterapia
pueden ser útiles para tratar el TAG. Una
psicoterapia común y eficaz es la terapia cognitiva
conductista (TCC). La TCC puede ayudarle a
entender la relación entre sus pensamientos,
comportamientos y síntomas.
Aparte de tomar medicinas y asistir a la terapia, usted puede
ayudarse a mejorar:
• Reduciendo la cafeína
• Evitando las drogas ilícitas o tomar grandes cantidades de
alcohol
• Haciendo ejercicio, descansando lo suficiente y consumiendo
alimentos saludables
TRATAMIENTOS DE LA ANSIEDAD
31. REFERENCIAS
Burk, I. y García, P.L. (1972). Psicología: Un enfoque actual. Caracas: INSULA.
Morris, Ch. (2001). Psicología. Un nuevo enfoque. México: Prentice Hall. Hispanoamericano.