1. REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PORDER POPULAR PARA LA EDUCACION
UNIVERSIDAD YACAMBU
PSICOLOGIA
LA IRA
NOMBRE: RUSBELY ROMERO
MATERIA: FISIOLOGIA Y CONDUCTA
PROFESORA: XIOMARA RODRIGUEZ
EXPEDIENTE: HPS-171-00400V
2. LA IRA
Es una emoción que se expresa a
través del resentimiento o de
la irritabilidad.
Los efectos físicos de la IRA incluyen
aumento del ritmo cardíaco, de
la presión sanguínea y de los niveles
de adrenalina y noradrenalina.
Algunos ven la IRA como parte de la
respuesta cerebral de atacar o huir de
una amenaza o daños percibidos.
La IRA se vuelve el sentimiento
predominante en el comportamiento,
cognitivamente, y fisiológicamente
cuando una persona hace la decisión
consciente de tomar acción para detener
inmediatamente el comportamiento
amenazante de otra fuerza externa.
3. IRA PRECIPITADA
Esta conectada al impulso de acto preservación. Es compartida por
humanos y animales y ocurre cuando están atormentados o atrapados.
IRA ESTABLE O INTENCIONADA
Es una reacción a una percepción de daño o trato injusto por otros de
manera malintencionada. Esta forma de ira y la anterior son episódicas.
IRA IMPOTENCIAL
Esta relacionada mas con los rasgos de carácter que con los instintos o
pensamientos. Irritabilidad, resentimiento y actitudes de mala educación
son ejemplos de este tipo de ira.
TIPOS DE IRA
4. Tras el aumento de adrenalina y noradrenalina, se
incrementa la frecuencia cardiaca, se contraen los
vasos sanguíneos y se afecta parte del cerebro
como la amígdala donde la atención y respuestas
son controladas.
Localización de la ira en el cerebro
Esta se localiza en el sistema límbico que dirige las
emociones. Por su parte en la amígdala cerebral que
esta relacionada con las de supervivencia, juega un
papel importante en la aparición de la ira y de las
reacciones emocionales violentas.
Así mismo, la región del córtex frontal se encarga de
regular la agresión y los impulsos violentos cuando las
señales neuro-cerebrales que van desde el tálamo a la
amígdala se desvían hacia este; el lóbulo frontal
participa en la inhibición de la conducta ocasional a
través del control del impulso.
5. Influencia de la ira en el aprendizaje
La ira dificultad la
asimilación de
conocimientos, en
muchas ocasiones
impidiendo totalmente el
proceso de aprendizaje.
La ira desvía la atención y
paraliza la memoria
activa, quien es el
elementó vital para
aprender.
Los centros nerviosos y los
neurotransmisores que
regulan las emociones y la
motivación están
involucradas en el proceso
de aprendizaje también. Que
a su vez con la ira se ven
afectados.
Es necesario regular la
intensidad de la emoción (
IRA) para evitar el
bloqueo inconsciente de
la información.
6. La ira puede ser suprimida, para
poder redirigirla, debemos dejar
de focalizarnos en el sentimiento
de enfado y centrarnos en algo
positivo, inhibiendo la rabia y
convirtiéndola en un
comportamiento mas
constructivo.
Para la modificación de esta, es
necesario implementar técnicas de
relajación que permitan
experimentar la calma ante
sentimientos de enojo, así mismo
la reestructuración cognitiva
mediante una apreciación mas
positiva de las adversidades.
Intentar una manera consciente
a estar calmado: no reaccionar
impulsivamente.
Comuníquese: cuando
alguien le molesta,
hágaselo saber.
Retírese de la escena
hasta que pueda
responder sin ira y
recupere el control
interno.
La ira necesita encontrar una vía
de descarga que no sea
destructiva, por ello es de vital
importancia aprender a
gestionarla, ya que su tolerancia
permanente, represión de la
misma o descarga inadecuada,
produce múltiples formas de
autoagresión, sentimientos
depresivos, ideas suicidas o
enfermedades y malestares
psíquicos en el individuo.
7. TRASTORNO EXPLOSIVO INTERMITENTE ENFADO CRÓNICO
El trastorno explosivo intermitente es un
trastorno del control de impulsos en que la
persona que lo padece sufre de episodios
repetidos de comportamiento impulsivo, agresivo
y violento o explosiones verbales enojadas en las
que el afectado reacciona bruscamente y de
manera desproporcionada a la situación. Las
conductas agresivas, el abuso doméstico, tirar o
romper objetos, o bien otros signos de pataletas
pueden ser síntomas de trastorno explosivo
intermitente.
Un pequeño incidente puede desencadenar este
episodio de agresividad desmedida, pasando
después a un estado de ánimo deprimido y de
culpa o de cansancio o alivio.
Entre explosiones, la persona puede
estar irritable, impulsiva, agresiva o enojada.
Uno de los más frecuentes es el daño que causa a
las relaciones personales, y precisamente a las
relaciones que tienen más valor para la persona
como son la familia, la pareja y los amigos.
El enfado crónico es un estado de ira permanente
que se aplaca y se agrava según las circunstancias
pero que siempre está ahí. Son personas que nos
hacen pensar que su forma de ser es estar
enfadados ya sea con los demás o con uno
mismo. Estas personas tienen muchas dificultades
en sus relaciones sociales porque pasan la mayor
parte del tiempo enfadadas y descargan su
energía negativa y su mal humor con los demás.
Si la persona vive enfadada consigo misma de
manera crónica, experimenta una lucha interior
constante que produce un gran desgaste personal.
Son estados en los que las emociones y los
pensamientos negativos nos tienen
completamente controlados.
En ocasiones, la ira crónica se debe a
desencadenantes externos que han provocado que
acaben siendo de esa manera.
Deja de considerarte víctima de las circunstancias
para pasar a ser dueño de sus actos.
8. • Relajación
Las terapias o métodos para relajarte serán
de maravilla para bajar la tensión y el enojo,
así como también los pensamientos o
sentimientos que te llevan a sentirte de esa
manera. Haciendo meditación, por
ejemplo, yoga o tai chi. Cierra los ojos,
respira profundamente por la nariz y trata de
no pensar en nada.
• Actividades depurativas
El ejercicio físico nos ayuda a eliminar la ira
de manera natural.
• Conoce el problema
Una buena manera de eliminar la ira en
exceso de nuestro cuerpo es afrontarla. Esto
quiere decir, buscar en el fondo de nuestro
interior cuáles son las causas de esta furia o
de esa reacción. Tal vez no te hayas dado
cuenta qué es lo que te molesta o bien
necesitas hablar del tema, ya sea con un
terapeuta o con la persona que genera estos
sentimientos. Debes estar enfocado y pensar
que todo tiene solución.
• Racionaliza la situación
Cuando la ira empieza a dominarnos, no podemos
pensar claramente. Esto es realmente un problema
que, como todo, tiene solución.
• Mejora la comunicación
Algunas veces, nos enojamos porque la
frustración se apodera de nosotros. Si hablamos
con una persona en más de una ocasión y las cosas
no salieron como queríamos, no siempre es la
culpa del otro, quizás somos nosotros los que no
podemos explicar bien lo que deseamos.
• Toma vacaciones
O si no puedes, al menos, un descanso de fin de
semana en un lugar que no sea tu casa o donde
estés acostumbrado. Sal un poco de la rutina,
camina por un parque o por la playa, deja de
pensar en los problemas, tómate un tiempo para
pensar qué es lo que deseas y cómo calmar tus
ánimos.