El niño construye gradualmente su noción del espacio a través de experiencias, primero perceptual y luego conceptual. A los 2 años puede expresar conceptos básicos como arriba/abajo. Entre los 6 y 11 años, evoluciona de conceptos topológicos a proyectivos y euclidianos, permitiéndole concebir objetos móviles y representar perspectivas.