La relación de ayuda es un proceso de acompañamiento centrado en la persona, sus recursos y potencialidades, con el objetivo de promover el cambio mediante la movilización de los recursos internos de la persona. El ayudante adopta una actitud facilitadora y empática, centrada en la persona y en comprender su experiencia subjetiva, para ayudar a la persona a identificar sus propios recursos y lo que desea hacer.