El líder del siglo XXI debe pensar como un arquitecto, no solo imaginando el futuro sino construyéndolo. Debe diseñar planes que optimicen recursos y mejoren rendimientos, distribuyendo responsabilidades para crear valor. La nueva visión del líder debe imaginar oportunidades presentes y futuras de forma dinámica y bifocal. El líder debe construir nuevos modelos destruyendo los antiguos, con una mente puesta en el ahora y el después.