Los intermediarios sirven como enlace entre los proveedores y los clientes finales al facilitar las transacciones comerciales. Cumplen roles como reducir el número de transacciones, adecuar la oferta y la demanda, y transportar los productos a sus destinos finales. Existen diferentes tipos como mayoristas, que venden a otras empresas, e minoristas, que venden directamente al consumidor final. Su función es equilibrar los precios para mantener la demanda de los bienes.