Tras la muerte de Isabel I de Castilla en 1504, Fernando II de Aragón gobernó conjuntamente Castilla con su hija Juana I y su yerno Felipe I hasta 1506, cuando Felipe murió. Debido a la incapacidad mental de Juana, el Cardenal Cisneros se convirtió en regente hasta que Fernando regresó en 1507 para gobernar junto a Cisneros hasta 1516. Cisneros continuó como único regente tras la muerte de Fernando hasta la llegada de Carlos I en 1517.