La operacionalización de una variable consiste en transformar un concepto teórico abstracto en un concepto empírico más concreto mediante dimensiones e indicadores, para facilitar su medición. Esto implica descomponer la variable en elementos o aspectos observables (dimensiones) y luego en componentes específicos que se pueden medir directamente (indicadores). Finalmente, se definen las técnicas y herramientas que se usarán para recolectar los datos de los indicadores.