El documento presenta un marco general para la educación ambiental según la Carta de Belgrado. Propone que la educación ambiental debe enfocarse en erradicar las causas de la pobreza, el hambre y la contaminación; distribuir equitativamente los recursos mundiales; y generar nuevas relaciones entre estudiantes, docentes y comunidades para mejorar la calidad de vida y felicidad humana. También debe iniciarse desde la educación preescolar y continuar de manera interdisciplinaria, situacional y cooperativa a nivel local, nacional e internacional.