El documento discute la necesidad de entender a los estudiantes y responder a sus necesidades individuales para lograr un mayor desarrollo cognitivo y emocional. Los estudiantes deben ser participantes significativos en el proceso de cambio educativo para motivarlos y desarrollar sus habilidades individuales y sociales. Las escuelas deben involucrar activamente a los alumnos para impulsar cambios que mejoren la enseñanza y superen las desigualdades tradicionales.