La legislación farmacéutica se orienta a garantizar la disponibilidad de medicamentos eficaces, inocuos y de buena calidad, y a proporcionar información correcta sobre ellos. Existen leyes que apoyan objetivos como la sustitución genérica, la selección de medicamentos esenciales, el acceso asequible a medicamentos y la financiación de tratamientos para enfermedades prioritarias. Las políticas farmacéuticas nacionales requieren apoyo legislativo en áreas como la regulación de calidad, el uso racional de medicamentos