El marketing electoral es un conjunto de estrategias que tienen como objetivo obtener el poder a través de la relación con los votantes. Los objetivos principales son posicionar la imagen del político, ganar un porcentaje que le permita participar en el gobierno o ganar las elecciones. La teoría del árbol propone diseñar un mensaje central e ideas secundarias, mientras que la teoría del embudo analiza el entorno. La campaña se dirige principalmente a los votantes indecisos, segmentando el mensaje. El candidato ideal debe ser fuerte, cercano y