Este documento explora el uso de mundos virtuales como una nueva estrategia para enseñar idiomas extranjeros. Propone simular un escenario virtual como Machu Picchu para que los estudiantes aprendan mediante tareas colaborativas en las que usen su propio avatar y la lengua extranjera. Los autores concluyen que queda por responder preguntas sobre la implementación de metaversos con adolescentes y la reacción de los padres a este nuevo método de aprendizaje.