La cúpula de Santa María dei Fiore en Florencia, diseñada por Filippo Brunelleschi entre 1418 y 1446, fue una innovadora obra maestra de la arquitectura renacentista. Brunelleschi creó un nuevo método de construcción sin andamios que permitió erigir la cúpula más grande y alta de Italia. Su diseño revolucionario de una doble cáscara auto-sostenible con forma esférica marcó un hito y sirvió de modelo para cúpulas renacentistas posteriores.
1. Historia del Arte (BCS2)
ARTE DEL RENACIMIENTO
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Cúpula de Santa María dei Fiore (Brunelleschi).
Esta cúpula, concebida para convertirse en la mayor y la más alta de las iglesias de Italia, cambió
totalmente la imagen de Florencia y le confirió la grandiosidad que la ciudad reclamaba. Florencia,
considerada durante años como “la nueva Roma”, vivía entonces su máximo esplendor artístico y
mercantil.
1. Identificación.
Título: Cúpula de Santa María dei Fiore (catedral de Florencia).
Arquitecto: Brunelleschi, Filippo.
Estilo: Renacimiento (Quattrocento).
Cronología: 1418 – 1446.
Localización: Florencia (Italia).
Materiales: ladrillo, piedra y mármol.
Dimensiones: 114 (alto); 41,7 (diámetro).
2. Análisis formal.
Brunelleschi se hizo con la ejecución del proyecto
más ambicioso de su tiempo, la finalización de la
catedral de Florencia. Formado en el campo de las
matemáticas y de la geometría, huyó de las
tradiciones arquitectónicas locales y se convirtió en un
innovador.
Exterior.
La cúpula presenta un aspecto singularmente esbelto
gracias a su perfil ojival –apuntado- conseguido a
partir de la curvatura de sus ocho nervios de mármol
blanco que ascienden y se unen en una estilizada
linterna.
La cúpula, cuyas ocho caras están recubiertas de tejas
rojas, se alza sobre un tambor octogonal de piedra
revestido de mármol –blanco, verde y rosado- con
una gran ventana circular en cada uno de sus lados, a
la manera de un ojo de buey.
Planta e interior.
Su construcción supuso un acontecimiento
excepcional porque se realizó sin cimbras –
armazones de madera de forma curva que
sirven de soporte a una bóveda o arco
mientras se construye- ni andamios que
partieran de tierra.
Brunelleschi ideó un método auto-portante
para alzarla. En primer lugar, planteó la cúpula
como un doble cascarón octogonal con un
espacio vacío en medio. El cascarón interno –
de ladrillos y piedra- debía ser más resistente
que el externo para sostenerlo.
El espacio vacío central fue calculado para que,
entre ambos cascarones, pudiera trazarse una
esfera virtual. Brunelleschi sabía que de esta
manera su cúpula –aunque fuera octogonal- se
beneficiaría de las cualidades de una cúpula
esférica.
1 IES Lacimurga C. I.
J. Javier Pérez (DTO. Geografía e Historia)
2. Historia del Arte (BCS2)
ARTE DEL RENACIMIENTO
Para completar la auto-
sustentación de la cúpula,
mientras se construía se sirvió de
las hiladas de ladrillo. El artista
las concebía al exterior como
círculos perfectos colocados
sucesivamente unos sobre otros;
en cada hilada situó, a tramos
regulares, series de ladrillos
verticales; su número y
emplazamiento respondía a un
cálculo para que los ladrillos
verticales soportaran a los horizontales dispuestos entre ellos. Así, cada
hilada resultaba auto-portante y sustentaba a la siguiente.
En cuanto al empuje producido en la base de la cúpula, fue contrarrestado por los propios nervios y por
diversas semicúpulas de descarga.
3. Comentario artístico.
La catedral era de estilo gótico. Desde su
inicio estaba pensada la construcción de
una cúpula gigante sobre el crucero y
cuando se adjudicó el concurso ya se
habían prefijado los pilares y el tambor
octogonal.
Brunelleschi presentó una maqueta tan
innovadora que antes de acabarla ya fue
elegida. Parece ser que ganó el concurso
porque evitaba la construcción de una
cimbra. El resto de concursantes
realizaron maquetas con versiones a
escala de carísimos y casi imposibles
andamiajes que debían sustentar la
cúpula desde el suelo.
Modelos e influencias posteriores.
El sistema de autosustentación ideado por
Brunelleschi era una novedad excepcional.
No en vano, sería considerado el primer
arquitecto plenamente renacentista y
moderno, que superó los modelos
constructivos clásicos.
La cúpula de la catedral reivindicaba
indirectamente el que sería elemento
básico del arte renacentista: la
perspectiva. En el ámbito urbanístico
sobresalía por encima del resto de
construcciones.
El éxito de la cúpula fue tan grande que
este elemento se convirtió en distintivo de
las iglesias renacentistas. Miguel Ángel, al
proyectar la cúpula de San Pedro del
Vaticano afirmó que quería hacer “su
hermana mayor pero no más bella”.
Durante más de cinco siglos arquitectos
de todo el mundo han intentado
reproducir las propuestas de Brunelleschi
y su concepción espacial.
2 IES Lacimurga C. I.
J. Javier Pérez (DTO. Geografía e Historia)