La gata había sido operada recientemente por sospecha de tumores hepáticos y cálculos biliares. Presentaba ictericia, inapetencia y pérdida de peso. La necropsia reveló un páncreas engrosado con áreas de necrosis, así como necrosis grasa e ictericia en el mesenterio y región del timo. El diagnóstico histopatológico confirmó un carcinoma pancreático, que explica la necrosis peripancreática y los síntomas clínicos de la gata.