El documento describe cuatro tipos de pelvis femenina: ginecoide, androide, antropoide y platipeloide. La pelvis ginecoide es la más favorable para el parto natural, mientras que la androide no lo es. Cada tipo se distingue por la ubicación de su diámetro máximo y el tamaño y prominencia de las tuberosidades isquiáticas y espinas ciáticas.