El documento contrasta las actitudes reactivas y proactivas. Las personas reactivas reaccionan a los problemas en lugar de preverlos, culpan a factores externos en lugar de asumir responsabilidad, y esperan a que otros resuelvan las cosas. En contraste, las personas proactivas identifican problemas de antemano, piensan antes de actuar, toman iniciativa para lograr sus objetivos, y son responsables de sus acciones y consecuencias. El documento enfatiza que es mejor adoptar una actitud proactiva para enfrentar los retos de la vida.