Una entidad económica debe registrar únicamente las transacciones relacionadas con sus objetivos y operaciones, no las operaciones personales de los dueños. La entidad tiene recursos propios y una administración independiente de sus dueños. Las transacciones deben registrarse cuando ocurren aunque no se paguen de inmediato. La entidad debe tener una existencia permanente ofreciendo sus servicios sin interrupciones.