La postura corporal influye en la percepción de uno mismo y de los demás. Una postura relajada pero atenta en clase, con brazos y piernas en posiciones cómodas que permitan movimiento, y manteniendo la mirada en quien habla, ayuda a transmitir interés y comprensión. La comunicación no verbal, incluyendo la postura, representa alrededor de un 45% de la interacción.