Toyota sigue cuatro principios clave de gestión: 1) adoptar una filosofía a largo plazo basada en decisiones que consideran los efectos a largo plazo; 2) diseñar procesos lógicos y transparentes para identificar y eliminar problemas; 3) añadir valor mediante el desarrollo de las personas; y 4) fomentar el aprendizaje continuo, la resolución de problemas y la mejora a través de la observación directa y la reflexión crítica.