La reabsorción ósea es una consecuencia natural de la pérdida dental que puede tener riesgos funcionales y estéticos significativos. Los cambios dimensionales del sitio postextracción pueden manejarse con diferentes materiales de injerto y procedimientos quirúrgicos de preservación o regeneración dependiendo del número y grosor de paredes óseas remanentes. Se ha reportado que los mayores cambios postextracción ocurren en los primeros 3 meses, incluyendo reducciones horizontales y verticales del reborde alveolar.