La presión venosa central es la medición hemodinámica más utilizada en la unidad de cuidados intensivos. Mide la presión en la aurícula derecha para conocer el volumen sanguíneo circulante y la eficacia del bombeo cardiaco. Se utiliza para evaluar la insuficiencia circulatoria aguda, reemplazo masivo de sangre o líquidos, y sospecha de taponamiento cardiaco. Los niveles normales oscilan entre 6 y 12 cm de agua.