La reforma educativa propone cambios en los planes y programas educativos, como aumentar las horas de trabajo e incorporar nuevas materias. También exige que los docentes mejoren su preparación y estén sujetos a evaluaciones constantes. Por último, busca modificar la forma de trabajo de los maestros para que las clases sean más dinámicas y centradas en el aprendizaje autónomo de los alumnos, donde el docente actúe solo como guía.