La gestión efectiva de una empresa requiere planificación, organización, dirección y control para establecer objetivos cualitativos y propuestas que puedan mantenerse en el futuro. Es necesaria la especialización del trabajo y respetar las normas para obtener resultados equitativos que contribuyan a los intereses generales de la organización. La capacitación constante de los empleados es fundamental para el éxito de los objetivos empresariales ante los avances tecnológicos y las demandas del mercado.