La sexualidad es un aspecto integral de la vida humana que involucra dimensiones físicas, emocionales y de relacionamiento. Se desarrolla desde el nacimiento y a lo largo de toda la vida, siendo influenciada por factores biológicos, psicológicos y socioculturales. Más que un mero acto genital, la sexualidad abarca la capacidad de sentir placer, la autoestima y las relaciones con los demás.
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Que es la sexualidad (1)
1. ¿QUE ES LA SEXUALIDAD?
La sexualidad es un aspecto de la vida de todos los seres humanos y está
relacionada con la capacidad de sentir placer, nace con nosotros y se muere con
nosotros e involucra aspectos físicos, sentimentales y emocionales. Esto quiere
decir, que la sexualidad está relacionada con nuestra forma de ser, de pensar, de
sentir, de actuar y de relacionarnos con otras personas y con nosotros mismos.
De acuerdo con Sigmund Freud, la sexualidad rodea todo lo que somos, es por
esto que la sexualidad no es una “cosa” que aparece de pronto en las personas
adolescentes, jóvenes o adultas. La crianza y la educación, así como la edad, la
cultura, la región geográfica, la familia y la época histórica inciden directamente
en la forma en que cada persona vive su sexualidad.
Sucede con frecuencia que el concepto de sexualidad se confunda con los
conceptos de sexo o relaciones sexuales, lo cual limita la vivencia de la
sexualidad únicamente al contacto genital, pero, además del placer, el sexo y las
relaciones sexuales, la sexualidad comprende aspectos como el afecto y las
relaciones humanas. Por ejemplo, el afecto que una persona siente por sí misma,
también llamado autoestima, así como el afecto hacia otras personas hacen
parte de la sexualidad.
Profamilia
2. ¿CUALES SON LOS TRASTORNOS
SEXUALES?
En principio es importante diferenciar dos tipos o grupos de trastornos sexuales:
Parafilias: que se caracterizan por una activación sexual ante objetos o
situaciones que no forman parte de las pautas habituales de los demás y que
puede interferir con la capacidad para una actividad sexual recíproca y afectiva.
Disfunciones sexuales: que se caracterizan por inhibiciones del deseo sexual o
de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo de la respuesta sexual.
PARAFILIAS
Esencialmente consisten en que el individuo tiene unas necesidades y fantasías
sexuales intensas y recurrentes que generalmente suponen:
Objetos no humanos
Sufrimiento o humillación propia o del compañero
Niños o personas que no consienten.
· Hay que tener muy en cuenta que las imágenes o fantasías parafílicas pueden
ser estímulo de excitación sexual para una persona sin ello llegar a ser una
parafilia. Por ejemplo, la ropa interior femenina suele ser excitante para muchos
hombres. Será parafilia sólo cuando el individuo actúe sobre ellas o cuando le
afecten en exceso.
Exhibicionismo
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, ligadas a la exposición de los propios genitales a una persona
extraña. En ocasiones el individuo se masturba al exponerse o al tener estas
fantasías.
Fetichismo
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, que implican el uso de objetos inanimados (fetiches). Ropa
interior, zapatos, botas, son fetiches comunes. El individuo se masturba mientras
3. sostiene, acaricia, etc., el fetiche o le pide al compañero que se lo ponga. El
objeto ha de ser marcadamente preferido para lograr la excitación sexual.
La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra
marcadamente perturbada ellas.
Frotteurismo
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, que implican el contacto y el roce con una persona que no
consiente. Teniendo presente que lo excitante es el contacto pero no
necesariamente la naturaleza coercitiva del acto. La persona ha actuado de
acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.
Pedofilia
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, que implican actividad sexual con niños prepúberes. Los
niños suelen ser menores de 12-13 años y el individuo ha de tener por lo menos
cinco años más que el niño para que sea considerado el trastorno. La persona ha
actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente
perturbada ellas.
Masoquismo sexual
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, que implica el acto (real o simulado) de ser humillado,
golpeado, atado o cualquier tipo de sufrimiento. La persona ha actuado de
acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.
Sadismo sexual
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, que implican actos (reales, no simulados) en los que el
sufrimiento físico o psicológico de la víctima es sexualmente excitante. La
persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra
marcadamente perturbada ellas.
fetichismo transvestista
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, que implican vestirse con ropas del sexo contrario. La
persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra
4. marcadamente perturbada ellas. Generalmente guarda una importante colección
de ropa para transvestirse cuando está sólo, luego se masturba imaginando que
otros hombres se sienten atraídos por él como si fuera una mujer.
Voyeurismo
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades
sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis
meses de duración, que implica el hecho de observar ocultamente a otras
personas cuando están desnudas o en actividad sexual. La persona ha actuado
de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada
ellas.
DISFUNCIONES SEXUALES
Se consideran disfunciones sexuales a la existencia de inhibición de los deseos
sexuales o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo completo
de la respuesta sexual. El ciclo completo de la respuesta sexual se divide en
cuatro fases:
Deseo: Incluye fantasías y ganas de tener actividad sexual.
Excitación: consiste en la sensación subjetiva de placer que va acompañada de
cambios fisiológicos. (Erección, lubrificación vaginal, etc.)
Orgasmo: Es el punto culminante del placer sexual con la eliminación de la
tensión y la concentración rítmica de los músculos del perineo y de los órganos
reproductivos pélvicos. En el hombre existe la sensación de inminencia
eyaculatoria, seguida de la emisión del semen. En la mujer existen contracciones
de la pared del tercio externo de la vagina. En ambos sexos existe a menudo
tensiones o contracciones musculares generalizadas.
· Hablamos de disfunciones sexuales cuando una o más de estas fases sufre
alteraciones, pudiendo hablar por tanto de:
Trastornos del deseo sexual
Trastornos de la excitación sexual
Trastornos del orgasmo
Trastornos sexuales por dolor
Autor: Alfonso Gea Carrillo. Psicólogo clínico.
5. SEXUALIDAD INFANTIL
La infancia, a la que se ha considerado un periodo asexuado de la vida tiene, por
el contrario, una gran importancia en la formación del ser sexuado. Cuando
nacen, la niña y el niño tienen un patrón de conducta sexual poco diferenciado.
A excepción de los órganos genitales, distintos en cada sexo, el comportamiento
motor y sensorial es semejante en ambos.
En este periodo, que se prolonga desde el nacimiento a la adolescencia, se
producen una serie de cambios físicos y psíquicos que constituyen el desarrollo.
Para comprender esta etapa como génesis de la sexualidad humana hay que
tener en cuenta los siguientes aspectos:
- El ser humano nace con unas estructuras centrales activas que son
determinantes de la frecuencia, la forma y la orientación de la conducta sexual.
Estas estructuras se relacionan y adaptan a la realidad externa y al sujeto.
- El desarrollo sexual es fruto de la persona y de su modo de actuar, de la relación
con su medio y de las circunstancias que de él emanan.
- En paralelo con los aspectos biológicos con los que nacemos, comienzan a
influirnos una serie de determinantes externos al sujeto y cambiantes en el
tiempo. Entre ellos podemos hablar de factores culturales, religiosos, ideológicos
y sociales. Se manifiestan a través de las pautas de crianza y criterios educativos
referidos al dimorfismo sexual (el hecho de que en la especie animal humana hay
dos sexo, el femenino y el masculino), con una marcada influencia en la
diferenciación psicosexual entre niñas y niños. Por ello podemos considerar de
un modo genérico que el desarrollo sexual es consecuencia de la interacción del
sujeto (formado por su cuerpo y su psique), su medio socio-cultural y los
acontecimientos que vaya experimentando.
Características propias de esta etapa
La sexualidad infantil tiene una serie de características que la hacen diferente a
la de otras etapas de la vida:
-La sexualidad en las etapas posteriores de la vida va a tener su base en la
sexualidad infantil.
- Lo genital no tiene importancia en esta etapa.
6. - Los aspectos sociales y afectivos asociados a lo sexual tienen una gran
relevancia.
- Los juegos sexuales de este periodo se basan en la enorme curiosidad y la
tendencia a imitar que le son propias.
- Las expresiones de la sexualidad en esta etapa reflejan las necesidades del
propio desarrollo.
- El que se puedan establecer vínculos afectivos satisfactorios en este periodo
va a facilitar un referente para un desarrollo armónico en la edad adulta.
- Las preferencias sexuales no están determinadas.
7. SEXUALIDAD EN ADOLECENTES
Este periodo, que ocupa aproximadamente la horquilla entre los 11 y los 19 años,
está plagado de cambios muy significativos en el desarrollo de la persona. Cobran
una significativa importancia el entorno social, sus normas y los modos de
afrontar y resolver los conflictos propios del desarrollo.
La pubertad es un periodo bisagra que queda solapado entre la infancia y la
juventud. Su inicio ocurre entre los 11 y 13 años, tanto para las niñas como para
los niños. En términos biológicos, la pubertad se refiere a la fase en la que los
niños y niñas presentan su desarrollo sexual. Después llegan los cambios
mentales y psicológicos, necesarios para afrontar la vida adulta. Conviene
distinguir al adolescente de los adultos y de los niños. No son 'niños grandes', ni
'adultos inmaduros'. Son adolescentes que requieren de especial atención,
debido a que empiezan una etapa de grandes expectativas en la que adquieren
su propia identidad. Si el inicio de la pubertad comienza antes de los 8 años, se
considera prematuro. Si no llega hasta los 14 años, se califica como tardío. En
ambos casos conviene consultar con el médico.
En la adolescencia se produce la disonancia entre qué valores asumir como
propios, cuáles rechazar y cuáles conservar de los recibidos por el padre y la
madre
Este periodo es especialmente delicado, y sobre todo individual. Si bien cada
persona es un sujeto diferente, en esta fase la distinción es exponencial por la
gran variabilidad en el desarrollo en chicos y chicas de la misma edad. En un
mismo grupo, en algunos aspectos homogéneo, conviven chicos y chicas de
aspecto completamente aniñado con otros con las características sexuales
secundarias plenamente desarrolladas: vello sexual, cambio de voz, senos
desarrollados, menstruación. Esto puede hacer que el adolescente pase por un
periodo en el que sí está muy alejado del modelo de su grupo de referencia se
encuentre incómodo o desplazado. Para acompañarle en esta etapa es
fundamental entender, o al menos intentar entender lo que sucede y, en la medida
en que se pueda, reconducir las dificultades, las dudas e incluso la rebeldía al
campo de la normalidad y la naturalidad.
8. ENFERMEDADES DE TRASMICION
SEXUALIDAD
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones que se adquieren
por tener relaciones sexuales con alguien que esté infectado. Las causas de las
ETS son las bacterias, parásitos y virus. Existen más de 20 tipos de ETS, que
incluyen:
Clamidia
Gonorrea
Herpes genital
VIH/SIDA
VPH
Sífilis
Tricomoniasis
La mayoría de las ETS afectan tanto a hombres como a mujeres, pero en muchos
casos los problemas de salud que provocan pueden ser más graves en las
mujeres. Si una mujer embarazada padece de ETS, puede causarle graves
problemas de salud al bebé.
Si padece de ETS causada por bacterias o parásitos, el médico puede tratarla con
antibióticos u otros medicamentos. Si padece de ETS causada por un virus, no
hay curación. Algunas veces los medicamentos pueden mantener la enfermedad
bajo control. El uso correcto de preservativos de látex reduce enormemente,
aunque no elimina, el riesgo de adquirir y contagiarse con ETS