El documento habla sobre la necesidad de reducir la brecha entre la escuela y el entorno. Menciona que la escuela a lo largo de la historia se ha aislado del exterior por temor a perder su protagonismo como principal institución educadora. El autor argumenta que se deben aprovechar los aspectos positivos de la formación tanto dentro como fuera de la escuela. También sugiere dotar a los estudiantes de recursos y conocimientos críticos para analizar el contexto educativo más allá del aula.