La segunda ley de la termodinámica establece que la entropía de un sistema natural tiende a aumentar con el tiempo, lo que significa que los procesos espontáneos conducen a un mayor grado de desorden. La entropía mide el grado de desorden de un sistema y depende de factores como la energía y la distribución molecular. Para que un proceso sea espontáneo, la variación total de entropía del universo (sistema más entorno) debe ser positiva.