La norma jurídica fiscal debe interpretarse de manera que se aplique correctamente a cada caso particular. Un intérprete calificado debe atribuir significado a la norma para llenar vacíos legales, considerando fuentes como la auténtica, doctrinal y jurisprudencial. Existen métodos como el analógico, sistemático y gramatical, pero en caso de duda la norma debe interpretarse de manera armónica con otras normas para no dar un alcance indebido a un precepto aislado.