El movimiento simbolista surgió en la literatura y el arte a finales del siglo XIX. Los pintores simbolistas más destacados como Gustave Moreau, Puvis de Chavannes y Odilon Redon crearon obras que buscaban transmitir ideas a través de símbolos en lugar de representar la realidad de forma literal. Rechazaban aspectos de la vida moderna e industrializada y anhelaban un mundo más espiritual e idílico, inspirándose en temas religiosos y espirituales.