El síndrome de Turner ocurre en aproximadamente 1 de cada 2,500 niñas recién nacidas y se caracteriza por la ausencia parcial o total de un cromosoma X. Esto causa problemas de desarrollo, infertilidad y otros síntomas. El tratamiento se enfoca en el manejo de síntomas y mejorar el crecimiento a través de hormonas. Aunque no tiene cura, con atención médica adecuada las personas con este síndrome pueden llevar una vida normal.